Miami: Cubanos sin maquillaje
Pero aún más interesantes son los criterios que lo anteceden con un lenguaje inusualmente franco.
La colega Dania afirmó en su columna:
“¡Esta generación de cubanos me da vergüenza! Los escucho desacreditando a este país, “susurrando su deseo de regresar…”
Luego describió una reunión de orientaciones que ofrece la Oficina de Servicios de la Florida a los “refugiados” cubanos.
Allí, según la columnista, explicaron la ayuda prometida a esos últimos para que lograran integrarse a la sociedad estadounidense.
Pero, escribió Dania con tono irritado, mientras les daban a conocer esto, “los cubanos interrumpían, lloraban, se quejaban”.
Ella, escribió además, oía atroces comentarios y opiniones:
“No me gusta este país. Qué papeleo para todo. No entiendo nada. Todo es tan diferente. No me adaptaré”.
Mi colega Ferro demostró valentía cuando agregó a ese inventario de expresiones oídas:
“Estoy loco por regresar”.
Pero hubo más: “No hablo inglés y no aprenderé, la Yuma da depresión, la vida aquí no es fácil, es dura, cara, es una locura”.
La periodista los increpó: “estaban más concentrados en lo que dejaron en Cuba, que en lo que podían tener aquí”.
Dania Ferro es, como ella reitera, una periodista cubana, que radica en Miami y hace suyo al titulado “modo de vida norteamericano”.
Preparando el actual comentario supe que ha tenido problemas de salud, y le deseo, con total sinceridad, que mejore.
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