Abran paso que vienen los libristas cubanos

Abran paso que vienen los libristas cubanos
Fecha de publicación: 
9 Septiembre 2014
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Desde antes de salir del hotel, previo a calzarse las zapatillas y la trusa, en todo momento. Su afán de no defraudar la confianza del mentor Julio Mendieta de los seguidores del deporte de las llaves y los desbalances, incluso de aquellos para quienes su rendimiento en cualquier escenario constituye la razón de nuestras palabras, escritos…

Con la varilla bien alta y de plata colocada en la apertura por Reinieri Salas (86 kg) asaltaron la duela Liván López (74), Yowlys Bonne (61) y Javier Cortina (97).

Orquestaron sus tackles y desbalances de tal manera que fueron capaces de sacarle al colchón otras dos preseas de bronce (Liván y Yowlys) además de la quinta plaza de Cortina. Menuda demostración que los colocó en la sexta posición del medallero en dicho estilo—se toma como principal referente el valor de la presea y no la cantidad—, únicamente superados por Rusia (5-0-1), Turquía (1-1-2), Azerbaiján (1-1-0), la República Popular Democrática de Corea (1-0-0) e Irán (0-3-2), como parte de las 14 naciones que tuvieron el privilegio de escalar al podio de premiaciones.

Además en materia de puntuación con cuatro efectivos anclaron quintos, gracias a 31 puntos. Les antecedieron los propios rusos (62), iraníes (45), turcos (41) y azeríes (36).

Ya lo había vaticinado el timonel Julio Mendieta antes de partir: “Todos están muy bien, pudo ser una escuadra con mayor número de efectivos, pero hicimos una selección muy rigurosa y eso nos reportará buenos dividendos. Tienen recursos para ubicarse entre los primeros de sus respectivas divisiones.”

A propósito de su actuación Liván López ofreció para Cubasí detalles de su incursión en los 74 kilogramos, donde pescó su tercera presea mundialista, tras el bronce en Estambul 2011 y la plata de Budapest el pasado año, ambas en los 66:

“Con el japonés me enredé tras intentar aplicarle un volteo de cabeza y brazos, defendió y contraatacó. Luego salí desesperado a borrar esa desventaja y lejos de empatar el combate él logró ampliar la ventaja y aprovechar los errores de mis entradas y ataques. Al resto de los adversarios siempre los supe controlar.

“Comoquiera que este constituye mi estreno al máximo nivel en la nueva división estoy muy satisfecho con la medalla.”

Precisamente el destino quiso que compartiera el metal bronceado con el estadounidense Jordan Burroughs, quien vio desvanecerse cual castillo de naipes su reinado de tres años.

Ante la presencia 34 hombres inició con holgado 7-1 sobre el “alemán” Andriy Shyyka, luego cedió de manera abrumadora por superioridad técnica de 2-15 a manos del mencionado nipón Sohsuke Takatani, quien en tarde de gala no paró hasta la presea de plata. Ese rendimiento del del Imperio del Sol Naciente le permitió a Liván su acceso al repechaje, donde despachó 8-2 al bielorruso Murad Gaidarov. En el crucial pleito por el bronce una avalancha cubana invadió el colchón para barrer 11-1 (superioridad) al georgiano Jumber Kvelashvili. El vellocino dorado en poder de otro ruso: la resurrección de Denis Tsargush, quien luego de coronarse en Herning 2009 y Moscú 2010, vio a Burroughs emerger cual indestructible Espartaco. Todo este tiempo lo tuvo entre ceja y ceja hasta que de forma contundente lo derrotó 9-0 en la batalla semifinal.

El guantanamero Bonne acuñó su estreno en semejantes instancias con un metal. Estoy convencido de que entre los 29 inscritos de su división, pese a poseer cartel de debutante en mundiales, acumulaba kilometraje de calidad. Cruentas peleas con el otrora estelar Yandro Quintana y sólidos sparrings con Geandry Garzón y Franklin Marén acá en colchones doméstico constituyen aval más que suficiente. Carburó con fácil 4-0 a costa del senegalés Jean Bernard Diatta, en octavos liquidó por la vía rápida 10-0 al indio Rahul Mann, esa misma fórmula le aplicó al ruso Aleksandr Bogomoev, antes de ceder en semis frente al azerí y en definitiva monarca Haji Aliyev por apretado 4-2. Bonne se repuso de ese desliz y en busca del bronce dejó sin opciones al moldavo Andrei Perpelita 8-2. En calidad de subtitular culminó el iraní Mahrnoud Esmaeilpoorjouybari, en tanto el otro bronce se lo agenció el mongol Ochir-Nyam Enkhsaikhan.

Su físico es del todo imponente, pero aún le restan armas de índole técino-tácticas para inspirar respeto. Ahora su anhelo de una medalla universal quedó a las puertas de convertirse en realidad. Se trata del santiaguero de 27 abriles Javier Cortina. Fueron 32 los concursantes en los 97 kilogramos y el indómito recaló quinto en definitiva.

Dos reveses difuminaron su horizonte: Verdugo de nacionalidad rusa, otro monarca mundial que le puso una zancadilla en octavos de final. Abdusalam Gadisov le endosó 8-0 y luego en la disputa del bronce el curtido turco Samil Erdogan lo doblegó con fácil 10-0 (superioridad).

Sin embargo puede catalogarse de notable su rendimiento, con sonrisas de 14-4 (ST) a costa del argentino Yuri Maier, y luego sobre el chino Xueyi Zhang, para equilibrar su balanza de victorias y derrotas.

Este martes cerraron la libre masculina los 65 kg, donde la armada de Rusia refrendó su poderío por intermedio de Soslan Ramonov. A sus espaldas anclaron Ahmad Mohammadi de Irán, Mihail Sava de Moldavia y Mandakhnaran Ganzorig, de Mongolia.

Toca el turno de las damas, y en el caso de las cubanas, la limitación en materia de efectivos de la escuadra presentada las privó de codearse en el entorno supremo, en el cual cerrarán en busca de resurrección de metales luego del grisáceo rendimiento en la capital húngara los grequistas Ismael Borrero (59 kg), Pablo Shorey (85) y Mijaín López (130).

El colchón quedó hirviendo, más bien así lo dejaron los libristas. Veremos que nos depara el suspense.

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