DANZA: Taller Coreográfico del Ballet Nacional (+ FOTOS)

DANZA: Taller Coreográfico del Ballet Nacional (+ FOTOS)
Fecha de publicación: 
9 Septiembre 2014
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Con el Taller Coreográfico ganan todos: el público, que asiste a espectáculos novedosos; los creadores, jóvenes o consagrados, que encuentran un espacio para mostrar sus caminos; los bailarines, que salen de la rutina; la compañía, que puede ampliar su repertorio. Esta es una de las más importantes iniciativas del Ballet Nacional de Cuba, y esta edición no ha defraudado.

 

01-CONCERTO-01

La menos contundente de las propuestas fue quizás Concerto, de Carlos Luis Medina. Desde el punto de vista del vocabulario no aporta mucho y tampoco resulta particularmente vistosa en sus soluciones espaciales. Lo más interesante fue el comienzo y el final, en que los bailarines parecen figuras de una vitrina. Pero el desarrollo, muy convencional, es, hasta cierto punto, más de lo mismo.

 

02-SAFE-05

(Safe), de Raúl Reinoso, joven coreógrafo de Danza Contemporánea de Cuba, resulta convincente por la exploración en la línea de movimiento. Es un trío muy dinámico, de continuas y complejas interacciones, que pueden plantear numerosas interpretaciones —los conflictos de las relaciones, el triángulo amoroso, por ejemplo—, o ser sencillamente asumido en su dimensión más física. Es interesante ver a los bailarines de una compañía esencialmente clásica asumir esta manera de moverse, que juega a poner en crisis el equilibrio de la danza académica sin llegar nunca a rupturas drásticas.

 

03-EL-RELATO-02

El relato, la propuesta de la joven bailarina del Ballet Nacional, Regina Hernández, es una pieza de singular calado poético. Las imágenes son hermosas, de un buen gusto y una contención ejemplares. Esencial en sus planteamientos, desarrolla una narración sutil, pero convincente en sus implicaciones. Las soluciones en el espacio son vistosas, siempre sugerentes. Se recrea una atmósfera con una suficiencia poco usual en coreógrafos tan jóvenes. Una de las mejores piezas de la noche.

 

04-SOBRE-UN-HILO-02

Otra agradable sorpresa fue Sobre un hilo, del también bailarín de la compañía Lyvan Verdecia. Aunque en realidad no es tanta la sorpresa, porque Lyvan ya nos ha convencido de sus dotes para la creación coreográfica. Ahora, muy a tono con el título, ofrece un dúo siempre en tensión; de transiciones súbitas, pero bien encadenadas. La línea es audaz, atrevida, pero nunca grotesca. Se respira un ansia que nunca llega a desbocarse. Muy acertados los diseños de vestuario y telón de fondo. Y un aparte muy elogioso para las interpretaciones: el propio coreógrafo y sobre todo, la bailarina principal Grettel Morejón, que bailó impecablemente.

 

05-PRELUDIO-05

Preludios de la noche, de Maysabel Pintado, es una de las obras más narrativas del programa. Se desarrollan varias historias de trasfondo casi siempre dramático, con dominio y economía de recursos. La coreógrafa sabe decir, y es capaz de articular varias líneas de sucesos. Las imágenes son diáfanas e instauran un ambiente, evidente más allá del propio movimiento. Quizás faltó cierta estilización en algunos gestos, demasiado apegados a la cotidianidad. Y el final resulta obvio. Está claro que esas historias de amor y desamor pueden ser también las de cualquiera de nosotros, no era necesario explicitarlo.

 

06-3D-03

3D, de Juan Carlos Hernández, es una pieza sin grandes pretensiones, sencilla y simpática. Cuatro bailarinas se regodean en el rito del café, del protocolo de las relaciones mundanas. Pero aquí y allá se dinamita el orden más convencional, y las intérpretes tratan de recuperarlo sin perder el humor.

 

07-SDOS-04

En Sdos, de Ariadna Suárez, también hay humor, pero los implicaciones parecen ser más serias. Dos bailarines asumen una tarantela frenética, que da paso a momentos de puntual relajamiento, concebidos con particular lirismo… pero de nuevo llega el ritmo delirante, que desdibuja la dulzura y la quietud. Y así se crea un ciclo que aspira a ser eterno. Interpretaciones puede haber muchas, de hecho, esa es la alternancia de la vida. Excelente el diseño de luces, que va de las tonalidades cálidas a las más frías, como la coreografía va de lo trepidante a lo sosegado.

 

08-PIAZZOLLA-03

Para cerrar, Piazzolla x 6, un divertimento de Tania Vergara, que evoca, con mucho humor, el gran universo del tango. Los vaivenes de una pareja se suceden con el singular acompañamiento de un cuarteto de cámara. Se narra con eficacia una pequeña historia, con un final sencillo pero efectivo. Destacable la interpretación de la primera bailarina Viengsay Valdés, siempre en personaje, muy implicada en la historia.

Todo parece indicar que el Taller Coreográfico del Ballet Nacional de Cuba ha llegado para quedarse, para retomar una antigua tradición de la compañía. Lo bueno sería que las mejores piezas no quedaran en una función, debut y despedida, sino que formaran parte del repertorio activo. Lo mejor ha sido comprobar el talento para la creación coreográfica de muchos de los bailarines jóvenes… y el entusiasmo con que el elenco asume las propuestas. Está visto: hay que seguir abriendo puertas.

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