Boccaccerías, sin Boccaccio y con mi Habana

Boccaccerías, sin Boccaccio y con mi Habana
Fecha de publicación: 
14 Julio 2014
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Imagen principal: 

 

Boccaccerías Habaneras, (Arturo Sotto, 2013), viene avalada por los premios de mejor guión y el de la popularidad otorgados en la pasada edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

La película tiene una estructura narrativa muy diáfana, que muestra desde un inicio el proceso creativo de su concepción. Arturo Sotto, director de Pon tu pensamiento en mí (1995) y Amor vertical (1997), -a quien no  veíamos desde La noche de los inocentes (2007), y Bretón es un bebé (2008)-, vuelve a estar en el centro de la cinematografía cubana con este filme, que deviene una suerte de Decamerón sumamente extrapolado a la realidad cubana, y que tiene entre sus logros satirizar el erotismo y poner humor sobre la voluptuosidad.

La película trata sobre un escritor (interpretado por el mismo Sotto), que al tener una crisis creativa, paga por las historias que le quiera contar la gente. Como Scheherazade ante su sultán Schahriar, los habitantes de La Habana tratan de hacer entretenidos sus cuentos.

Más allá de la referencia del título y del hecho de que las mujeres demuestran habilidad extrema para el engaño, y por ende, suelen resultar ganadoras, hay muy poco de El Decamerón de Boccaccio en Boccaccerías…

Lo que sí destaca en este filme, y mucho, es La Habana.

La Habana como locación perenne y determinante. Tanto es así que el título del filme, que inicialmente era Boccaccerías mías, cambió después de que se escogieron las locaciones de la película. Y es que la ciudad deviene personaje más (se suma a los más de 60 que tiene la cinta: es una obra coral).

Y si bien es cierto que el filme no muestra las imágenes –ampliamente gastadas- clichés de la ciudad, ni a esa Habana totalmente estereotipada, limitada en sus elementos folclóricos, tampoco manifiesta algo demasiado alejado de estos esquemas: En Boccaccerías…, las mulatas siguen revelándose como el elíxir del Caribe -hasta el escritor, que se veía tan tranquilito, perdió la cabeza por una-; los cubanos siguen siendo bebedores, marañeros, y paradójicos hasta la médula, hasta el punto de que no tienen dinero para arreglar un pila de agua, pero sí para celebrar una boda en el 1830.

Todo el mundo tiene una historia oculta que contar, dice el slogan de la cinta que -fotografía de Alejandro Pérez mediante- nos regala una vista que rescata la belleza de la ciudad capitalina.

Boccaccerías Habaneras, la película que dio trabajo a medio elenco actoral cubano –tomaría dos párrafos escribir los nombres de todos los actores que participan- es una cinta entretenida, que se inserta perfectamente en la tradición de comedias del cine cubano, y que nos entrega un filme lleno de sensualidad y desenfado.

Mucho desenfado.

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Comentarios

Exactamente....la vi el dia mismo del estreno y el filme está espectacularmente refrescante... Se los recomiendo, les aseguro que pasarán un buen rato de risa y relajación....me encanta Arturo Sotto...
la verdad el filme esta agradable bastante divertido , peroo eso es suficiendte??.... Y sorprendente la actuacion de Arturo Sotto, asi como la de la mulatona , umm , muy bien los dos,
Sí, tambien a mi me sorprendio la actuacion de sotto. que tranquilo se ve, verdad?
Para mí una película sin penas ni glorias, una de las tantas que nos tienes acostumbrada la cinematografía de la isla, de hecho me ha gustado mucho más la crítica que la película.
Recién vi la peli, como una recomendación de una amiga para que pasará un rato entretenida, pero fue más que eso...Lo que vi fue la realidad de Cuba, nuestra Habana muy bien caracterizada, con los elementos de la realidad que envuelven la vida del cubano luchador, de ese que cuenta la "Historia del Tabaco" para ganarse la vida...Felicidades Arturo,a mí criterio personal un filme excelente...

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