Un gol de penalti de Samaras metió a Grecia en octavos de final

Resulta que entre la tragedia y la épica griega no había tanta distancia. Grecia cambió de género en la última escena. El penalti de Samaras reescribió el final de un partido que los griegos se habían merecido ganar. Los marfileños, que iban a hacer historia, acabaron desolados.

El gol de Samaras desde el punto de penalti metió a Grecia en octavos de final por primera vez en la historia de los Mundiales. La pena máxima, hay que señalarlo, fue discutible. La clasificación griega, no obstante, fue indiscutible. Los helenos la persiguieron hasta el final con el corazón y la misma fe que los espartanos.

Grecia jugó que mejor nunca. Perdió a dos de sus soldados por lesión antes de la media hora de partido y se topó hasta tres veces con los palos. Hubo justicia en Fortaleza. Costa de Marfil lloró después de verse en octavos. El gol de Bony en el 74' que empataba le servía a Los Elefantes, pero el último suspiro fue dramático para ellos. La historia había elegido a los griegos, que jugarán el domingo contra Costa Rica un partido que no entraba en las quinielas a esas alturas.

Sio cometió un penalti en el descuento que traerá cola. Fue muy polémico. Cayó Samaras dentro del área y el árbitro pitó pena máxima. Lo fue para Costa de Marfil. El portero Barry, que rozó el disparo, no encontró consuelo. Había rozado el éxito con los dedos de sus manos e iba dedicado a los Touré, que jugaron por su hermano Ibrahim.

Cuál es vuestro oficio

El ejército de espartanos tumbó a los elefantes, que volvieron a defraudar. Cada marfileño hizo la guerra por su cuenta y quedaron en evidencia comparándose con Grecia y su oficio. El bien común está por encima de todas la cosas.

Grecia superó todas las adversidades. En el minuto 23 Fernando Santos ya había hecho dos cambios por lesión. Se fue primero Kone y después no pudo seguir Karnezis, que le dio los guantes a Glykos. Por el centrocampista entró Samaris, autor del 0-1.

Bony hizo de Drogba

Costa de Marfil pensó, o eso creemos, que tenía un colchón de tres o cuatro goles. Sólo tenía uno y lo perdió cuando Samaris marcó en el 42' tras una pérdida calamitosa de Tioté. Tras el descanso, buscó el empate. No lo mereció. Se lo ganaron los griegos, que eran los que protagonizaban las estampidas con Lazaros y Holebas sintiéndose superiores.

En el 74' un error rompió el muro heleno y marcó Bony. Parecía que todo no había valido para nada. Hasta que Samaras cayó dentro del área y marcó de penalti. Grecia había escrito su página de oro en los Mundiales cuando ya estaba en la papelera. Justicia griega en Brasil.