Un reo en Oklahoma muere de infarto por fallo con la inyección letal

Un reo en Oklahoma muere de infarto por fallo con la inyección letal
Fecha de publicación: 
30 Abril 2014
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El condenado a muerte Clayton Lockett falleció a las 19.06 horas del martes (hora local) de un ataque al corazón, después de que el estado de Oklahoma hubiese abortado su ejecución debido a problemas con la inyección letal, según detallan varios testigos que presenciaban la ejecución.

 

Se trataba de la primera de las dos ejecuciones previstas para este día en el estado y venían precedidas de una fuerte polémica, ya que la Corte Suprema de Oklahoma había suspendido la semana pasada, de forma temporal, ambas ejecuciones, al entender que había una falta de información sobre los fármacos usados en las inyecciones letales.

 

Los condenados eran Clayton Lockett, que fue declarado culpable de matar a tiros a una mujer de 19 años de edad, a quien él y otros dos hombres secuestraron en junio de 1999; y Charles Warner, que fue acusado de violar y asesinar a un niño de 11 meses de edad.

 

La suspensión fue rechazada el pasado jueves, momento en el que los abogados de ambos presos advirtieron que «ni siquiera se sabe si las drogas de inyección letal que se utilizarán se obtuvieron legalmente, y no se sabe nada acerca de su origen, pureza y eficacia, entre otras cuestiones».

 

De hecho, el letrado de Lockett ya insistió en que los medicamentos que no son aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) «podrían causar muertes innecesariamente dolorosas», lo que equivaldría a «un castigo cruel e inusual, en violación de la Constitución».

 

«Una escena angustiosa»

 

Finalmente, la primera de las ejecuciones tuvo lugar, aunque a causa de los problemas con la inyección letal, el director del Departamento de Prisiones de Oklahoma, Robert Patton, ha anunciado que queda suspendida, al menos hasta dentro de dos semanas, la segunda ejecución programada, que corresponde al condenado a la pena capital Charles Warner.

 

Los testigos aseguran que en la sala de ejecuciones se vivió «una escena angustiosa», debido a que la forma de administración de las drogas para acabar con la vida de Lockett no fue la correcta, de acuerdo con la información del diario estadounidense The New York Times. «Fue una chapuza», ha asegurado el abogado del fallecido.

 

Un médico comenzó a administrar el primer fármaco a las 18:23 horas (hora local), y diez minutos más tarde aseguró que el preso estaba inconsciente. En ese momento, comenzó a administrar otros dos fármacos. Sin embargo, las cosas empezaron a ir mal y el cuerpo de Lockett se movió. «Sus pies se sacudieron y él murmuró», según dijeron los testigos.

 

Tras cerca de 45 minutos agónicos y después de haber abortado la ejecución a causa de los contratiempos, Lockett murió de un infarto. Pese a las múltiples críticas recibidas, los funcionarios locales aseguran que los medicamentos fueron obtenidos legalmente en farmacias autorizadas.

 

Los estados que mantienen la pena de muerte en Estados Unidos han empleado tres inyecciones letales diferentes durante las últimas décadas, pero las empresas farmacéuticas han dejado de vender esas drogas en los últimos años.

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Comentarios

Si ¨Los condenados eran Clayton Lockett, que fue declarado culpable de matar a tiros a una mujer de 19 años de edad, a quien él y otros dos hombres secuestraron en junio de 1999; y Charles Warner, que fue acusado de violar y asesinar a un niño de 11 meses de edad¨. Entonces bien muertos están para mí el que mata merece morir también y el que abusa así de una criatura la verdad no sé si la inyección letal sea suficiente. Es lo que pienso que me disculpen los creyentes que ponen la otra mejilla para que le sigan pegando.
Es triste morir, pobre criatura que a los 11 meses de edad fue violado sin haber tenido tiempo de hacer su primera travesura, aquella mujer que con solo 19 años fuera secuestrada y asesinada, supongo que alguien se preguntó entonces si el arma era la correcta y si era legal, si la víctima murió en menos de 45 minutos o si agonizó desesperadamente. También supongo que el violador del bebé usó un preservativo legal o algún tipo de anestesico para hacer menos dolorosa la barbaridad que le hizo a ese niño. Esas personas merecían consideración y TENÍAN DERECHOS HUMANOS. Yo lo siento pero no me conmueve la situación del pobre reo que debió morir en una forma MÁS CÓMODA Y RELAJADA EN LA QUE NO PENSÓ PARA SU VÍCTIMA.

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