Roniel Iglesias y Yosvani Veitía: dos zurdos endemoniados

De todas sus habilidades, de todas sus pericias encima del encerado, en lo único que se asemejan es en eso, en soltar la izquierda como un resorte, ya sea en forma de swing o de jab, para asolar a sus contendientes.

Alguien dirá que claro, que cómo se van a asemejar el uno al otro, si el espirituano es un minimosca (Yosvani) y el pinareño es un welter (Roniel). Si los estilos de pelea son totalmente distintos porque el de los 49 kg basa sus estrategias sobretodo en arremeter en la corta distancia intentando imponer su imperiosa fogosidad como escudo de combate y el 69 kg es un estilista del ring, un caballero que viste en pantaloncillos cortos y medias largas porque no le queda de otra que convencer de ese modo a sus rivales de que él debería andar de traje y corbata en el cuadrilátero.

Entre las cuerdas Veitía vive de la euforia, de la intensidad de su pugilato y la capacidad de rebajar con su aliento la guardia oponente. De Iglesias no puedo decir lo mismo, porque una vez trepado en el ring vive de todo, es un cleptómano de rostros. Hay ocasiones en que no da tregua, que desde que sus adversarios suben ya Roniel ha roto su defensa y se ha colado entre sus brazos y plexo, así de franco y astuto, solo con un fugaz movimiento de weaving.

A Yosvani la prensa le pide títulos, que traiga algo más que la plata panamericana de Guadalajara, la gente le pide que se acabe de encasquetar alguna corona universal, que gane la pelea buena porque no basta con vivir en la élite si al final en ese cubículo terminan por mandarle a dormir temprano en la noche. A Roniel le piden que ayude (ahora que ha vuelto) a los Domadores en la Serie Mundial, que los lance al triunfo final, no le pueden pedir otra cosa que no sea ser una de las bujías inspiradoras de la escuadra, a fin de cuentas ya él lo ha ganado todo en el mundillo boxístico.

Con el espirituano hablamos en la zona del parqueo de la Escuela Nacional “Holvein Quesada”, bajo la sombra cortada de un roble viejo, oyendo las apresuradas palabras de un Veitía que se disponía en su motor, casco bajo el brazo, a emprender camino fuera de la instalación. Con Iglesias el diálogo fue más locuaz, sin amarres ni apuros, en el portal de su habitación, aún vestía el chándal de entrenamiento, empapado en sudor y con cara de un precoz agotamiento.

Yosvani Veitía

¿Cómo has afrontado la IV Serie Mundial de Boxeo?

Sin dudas ha sido un reto difícil no solo para mí, sino para la escuadra cubana en general. Es un tipo de pleito completamente diferente al que estábamos acostumbrados a desarrollar, he ido adquiriendo la experiencia necesaria durante el trayecto de la competencia. La preparación ha sido fundamental para poder medirnos a este nivel, la competencia nos ha hecho sacar el extra, es el evento de mayor calidad al que nos hemos enfrentando internacionalmente.

Llevas varios años en la élite de tu división pero los títulos se te han hecho esquivos en los eventos fuera de casa. Ahora llega la parte definitoria de la Serie Mundial. ¿Incidirá esto cuando vuelvas a salir al encerado?

Es cierto que aún no he logrado llevarme el gato al agua en los eventos internacionales de importancia, pero ahora mismo estoy encabezando el ranking de los 49 kg de la Serie, ya es hora de quitarme ese gafe de encima. Me siento en buenas condiciones y te aseguro que ya es hora de obtener un título mundial, con los ojos cerrados los Domadores pueden contar con mis victorias en cada uno de los topes a partir de los cuartos de finales.

El pareo de cuartos de finales ha deparado el match entre Domadores de Cuba y USA Knockouts, Háblame un poco de tu rival y la preparación con vista a ese pleito.

En particular, te puedo decir que a mi rival de turno ya lo derroté en la final de la Copa Independencia en República Dominicana, su nombre no lo recuerdo, pero sé que es un dominicano que pelea para esa franquicia. También, antes de comenzar el pasado Campeonato Mundial de Almaty, cruzamos guantes en un entrenamiento. Que le haya ganado no quiere decir que me confié, en lo absoluto, voy a seguir preparándome y entrenando con la mayor disposición y rigurosidad para llegar en óptima forma a este tope.

¿Qué expectativas reinan en el plantel?

Todos los Domadores estamos muy inspirados, es un ambiente que reina desde el mismo inicio de la Serie Mundial. Ahora, aumenta la presión, el que pierda queda eliminado de la competencia. Nos toca enfrentarnos a Estados Unidos, hace años que Cuba no se enfrenta en un por equipo a los americanos, la adrenalina sube un poco y más aún cuando nosotros vayamos a Miami y ellos vengan a la Habana.

Roniel Iglesias

¿Qué sensaciones ha despertado en ti el regreso al equipo nacional?

Después de estar un tiempo fuera de la escuadra la vida te cambia por completo, pero lo que importa es que ya estoy de vuelta, el campeón olímpico ha regresado al ring. Es un apoyo más para los Domadores, intentaré aportar mi granito de arena en cada presentación en busca de obtener el ansiado título de la Serie Mundial.

En el último enfrentamiento de la etapa clasificatoria contra Rusia en Moscú no estuviste presente, el próximo match será contra Estados Unidos en cuartos de finales, instancia definitoria en pos de avanzar hacia el título. ¿Te ves subiendo por Cuba en los 69 kg?

No viajé a Rusia por decisión del cuerpo de dirección, cuestiones de estrategias, los entrenadores decidieron presentar a la segunda figura del peso, Arisnoide Despaigne. Pero seguramente para los cuartos de final que se avecinan, el hombre debo ser yo.

¿Te preocupa tener a Despaigne, subcampeón mundial, tras tu sombra?

No, todo lo contrario, eso me aporta a mí y al plantel, con esta rivalidad en la misma división no puede haber relajación, hay que trabajar fuerte para mantenerse en forma. Además, le permite a los Domadores contar en 69 kg con dos figuras de prestigio a nivel mundial.

En caso de empate, esta división es la que decide, es decir, si a partir de ahora algún tope queda 5-5, se pasaría al desempate con un pleito en el cual intervendríamos nosotros, cualquiera de los dos estamos en óptimas condiciones para asumir el reto de decidir el campeonato.

¿Cómo te sentiste cuando arrancó la IV Serie Mundial de Boxeo y tu nombre no estaba en la nómina de los Domadores?

Fue un momento muy duro, una nueva experiencia en mi carrera deportiva, nunca había estado tanto tiempo entrenando fuera de la preselección nacional. Al final, también le supe sacar provecho, tengo que valorar muchísimo el apoyo que me brindó mi provincia de Pinar del Río. Lo único que realmente me faltó fueron rivales de calidad, que me exigieran más de mí en los sparrings y en el trabajo con guantes.

Pinar me acogió en ese momento de incertidumbre, me supo tratar como lo que soy, como un campeón olímpico. De esa preparación vino el resultado alcanzado en el Playa Girón pasado. Le demostré al pueblo de Cuba, a los entrenadores de la selección nacional y principalmente a Arisnoide Despaigne, que la primera figura del país en los 69 kg es Roniel Iglesias.