Changuito está encendido

Así lo aseguró en exclusiva a Cubasí el ex Van Van, un hombre que prefiere las pocas palabras para demostrar lo que puede lograr con los timbales o una paila.

Dicho concierto se realizará durante el XIII Festival del Tambor Guillermo Barreto in Memorian (11-16 marzo), presidido por Giraldo Piloto y que rinde homenaje a Changuito (quien también impartirá clases magistrales), Leo Brouwer y la compañía de música y danza Barbarrá.

El antiguo integrante de Van Van ha pasado a la memoria popular cubana como Chango, el misterioso, según lo llamó Pedrito Calvo en una canción, ya que él «andaba siempre solo». Al decir del pailero, son el alma, el corazón y la destreza en las manos, lo que no le puede faltar a un músico para ser un buen percusionista.

«Hay que tener conocimientos para la percusión, ya que esto es lo que nos permite hacer determinadas cosas en la música, y esta experiencia se logra con el estudio, no me refiero solo a la academia, sino a la dedicación a la música, a los instrumentos. Esto es lo que nos da la clave», asegura Changuito.

—Cuba ha sido reconocida tradicionalmente como la meca de la percusión, ¿cree que aún tenemos esta categoría?

—Sí, cómo no. Hay mucho desarrollo en Cuba en lo que respecta a la percusión.

—Después de separarse de Van Van usted ha colaborado con varias instituciones y músicos, ¿qué está haciendo ahora?

—Debo decirte algo que es triste, pero tengo que hacerlo. Hace años ya que me fui de Van Van y estoy trabajando fuera de Cuba, he estado en varios países y universidades impartiendo clases, por ejemplo, en Estados Unidos, en Berklee. Pero la verdad es que no me han dado la posibilidad de hacer, aquí en Cuba, una escuela mía.

—¿Y usted quisiera?

—Por supuesto. No me han dado la posibilidad de dar clases por todo el país, porque me respondieron que no había transporte para trasladarme a cada lugar. Eso me pone muy triste, por eso lo que ha hecho Piloto es algo muy grande para mí, nunca me habían dado un homenaje. De hecho, mi primer disco lo hice en Venezuela con músicos venezolanos… Pero Changuito no está apagado todavía, está encendido.

—El hecho de que el Festival del Tambor, que le están dedicando, sea un evento que promueve el talento joven, ¿tiene alguna significación especial para usted?

—Sí, me siento muy regocijado, contento con las cosas que puedo proyectarles a los estudiantes y concursantes del festival durante la clase magistral y el concierto.

En particular el concierto quiero dedicárselo a Fernando González y a los Cinco Héroes. El tambor es trasmisión, es como la telegrafía sin hilos, y esa trasmisión quiero que llegue a Los Cinco, para que puedan retornar a Cuba.

—¿Cómo le gustaría a Changuito que lo recordaran?

—Me gustaría que pensaran en la sencillez. Yo tengo una frase que dice: «Antes que yo mismo, yo soy mi pueblo. Eso es Changuito».