La marea de Facebook sigue arrastrando multitudes

Muchos de sus usuarios ven en ella la vía para demostrarle a sus amistades más cercanas lo bien que le puede estar yendo, a pesar de que la realidad sea distinta; para otros es un eterno álbum de 15, mostrándose en él muy diferente a quienes son realmente, pero a ciencia cierta, son pocos los que hacen de ella un buen uso.

A pesar de que existen infinidades de sitios para comunicarse, este en especial ha alcanzado la cúspide del éxito, logrando que las inalcanzables celebridades de Hollywood y otros no tan famosos quieran tener su perfil en la citada página.

El sitio, como diría un amigo, tiene muchas cosas buenas y todo radica en cómo las emplees, puede hasta compararse con un periódico digital, pues se publican noticias que en otros lugares no aparecen, incluso se puede medir el éxito de un sitio cualquiera con solo tener un pequeño espacio creado en esta red.

Si bien ha propiciado el intercambio entre diferentes culturas e incluso el reencuentro entre amigos que estaban prácticamente olvidados, no todo es color de rosa.

Muy común es el llamado plagio de identidad, en el que sus practicantes violan tu privacidad y pueden hacer de tu página un sitio público y vulnerable para que tu información personal se propague con fines desconocidos.

Existen también cuentas creadas, quien sabe por quién, haciéndose pasar por tus artistas favoritos, que han llegado a tener contacto con sus admiradores ilusionando hasta a los más escépticos.

Pudiera seguir mencionando infinidades de debilidades del sitio, pero esto no contribuiría a que las personas lo pensaran mejor a la hora de crearse su propia cuenta, todo lo contrario, Facebook tiene muy bien marcada su estrategia y, a pesar de los elementos negativos que pueda tener, sigue arrastrando a más y más personas.

En algunos países, el número de usuarios que acceden a esta red es mucho menor que el de los que no lo hacen, es por ello que se convierte en algo desconocido para muchos, lo cual propicia el deseo de visitarla.

Recientemente, la popular red social cumplió una década, y me pregunto si podrá llegar a la segunda o quedará en el pasado, como tantas otras aplicaciones que arrastran multitudes, pero años después llegan a aburrir a los usuarios (principal capital), que permutan al nuevo invento de moda.