Cuando fui a extraerla de la tierra, sentí que se resistía, al cavar más profundo me di cuenta de que era más grande de lo que pensaba, dijo a la AIN la campesina de 56 años de edad, sin salir aún del asombro, y ante la mirada atónita de los vecinos del lugar.

Junto a la enorme raíz, sembrada hace más de un año, aparecían otras que pesaron entre 10; 15 y 23 libras cada una, y queda todavía una buena parte que no pudo extraer debido a que creció debajo de los cimientos de su vivienda.

Amalia León, vecina de la finca Monticelo por más de 50 años confirmó que constituye hecho insólito allí, y lo justifica por la existencia antaño de una vaquería, lo cual pudo incidir en la fertilidad de la tierra debido a la materia orgánica resultante de la práctica ganadera.

Las características de los suelos ferralíticos rojos de la zona al parecer estimulan también el fomento de otros cultivos con propiedades superiores a las comunes, como el crecimiento de racimos con más de 100 plátanos, y saludables aguacates y limones que prosperan en el patio de María Isabel.

En septiembre último Eddy Palmero Hernández, del reparto Paraíso, en la provincia de Camagüey, cosechó una yuca de 21 libras y 131 centímetros de largo, informó el blog de los periodistas de Radio Cubitas; también se reportaron tubérculos gigantes en Perú y Venezuela.

La yuca, mandioca, o guacamota (Manihot esculenta) es cultivo oriundo de América del Sur y extendido a varios países del mundo, en Cuba forma parte de la cultura culinaria desde su empleo por la población aborigen y acompaña los platos típicos como el arroz congrí y el lechón asado.

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Campesina María Isabel Aguilar Fuentes, junto saludable racimo de plátanos que demuestra la fertilidad de los suelos ferralíticos rojos de su patio, en la finca Monticelo, en la periferia de la ciudad de Matanzas, 20 de enero de 2014. AIN FOTO/Yenli LEMUS DOMÍNGUEZ