Juan Padrón regala más vampiros literarios a La Habana

Atractivas historias matizadas de humor regala al público, en su más reciente libro, Vampirenkommando, el destacado realizador de dibujos animados Juan Padrón, quien fue galardonado con el Coral de Honor del XXXV Festival de cine de La Habana.

   
En declaraciones a la AIN Padrón se manifestó muy contento por ser acreedor del galardón, que dedicó a sus primeros maestros, entre ellos, el recién fallecido Tulio Raggi, otro grande de la animación nacional, creador, entre otros, de El negrito cimarrón.

   
El volumen deviene la continuación de la novela Vampiros en La Habana, en la cual su autor recrea de una manera simpática "la guerra del Vampisol", que se libra en esta ciudad en 1933, en medio de la tiranía de Machado, entre dos grupos de vampiros: el europeo y el norteamericano.

   
En esta segunda entrega, la acción transcurre en el marco de la Segunda Guerra Mundial y el elemento central es el Vampiyaba, otro producto antisolar con fórmula similar al de la primera historia.

   
Según explicó, para su realización tuvo que estudiar una serie de revistas y libros que hablaban sobre armamento soviético, italiano y alemán, y anunció que ya escribe la tercera parte del texto.

 
Los vampiros me atraen porque considero un reto ilustrar con humor personajes que han sido tipificados en el cine del terror, y trasladarlos a la cotidianidad, destacó.

 
Comencé a trabajar la temática en la sección El Sable, suplemento humorístico del periódico Juventud Rebelde, confiesa el también autor de Elpidio Valdés, personaje más popular en la historieta y el dibujo animado en Cuba.

   
El también Premio Nacional de Cine 2008 anunció entre sus proyectos inmediatos la producción, junto a su hijo Ian Padrón, de una película sobre su personaje Elpidio Valdés, pero con actores reales.

   
Afirmó que no le teme al fracaso, aunque confesó que se entregará al máximo para que el personaje continúe como el gran superhéroe de varias generaciones de cubanos.