DEL FESTIVAL DE CINE: “La jaula de oro” o la amistad

“La jaula de oro” es una película estremecedora desde que comienza. La imagen de una niña que se corta el cabello en un baño público y sale de este vestida de varón nos anuncia que vamos a enfrentar una historia triste, y así mismo es.

Tres amigos adolescentes (entre esos, la niña que renunció a su pelo largo) deciden emigrar a los Estados Unidos. Para salir del hoyo en que viven en su país tendrán mucho que recorrer desde Guatemala hasta el Norte. En el camino conocen a Chauk, un chico indígena que no habla Español y se les suma al equipo.

El viaje será incierto y estará lleno de contratiempos y peligros para estos jovencitos que sí están seguros de lograr su objetivo: llegar a un lugar donde creen que tendrán una vida mejor.

Cada paso que avancen parecerá una ilusión y repetidas veces se verán obligados a volver a empezar. Los bandidos de las fronteras, los oportunistas y traficantes se aprovecharán de su inocencia. Sin embargo, ellos, que serán cada vez menos, van a unirse y a darnos verdaderas demostraciones de amistad y solidaridad.

“La jaula de oro” es otra visión de la emigración en América Latina. Durante toda la película se sufre por cada golpe que reciben estos personajes (excelentemente interpretados) y al mismo tiempo nos sorprendemos de la gente humilde y sencilla que, sin conocer a los viajeros del tren de emigrantes, les regalan comida, agua y los ocultan de la policía.

El filme de Diego Quemada-Díez compite en La Habana como Ópera Prima y recibió ya importantes distinciones como el Premio a mejor reparto en Cannes, el Premio a Mejor Nuevo Director en el Chicago Internacional Film Festival y resultó Mejor película en Viña del Mar.