Laura Moras: «Las telenovelas son para soñar»

Laura Moras: «Las telenovelas son para soñar»
Fecha de publicación: 
15 Noviembre 2013
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En la telenovela cubana de turno, Tierras de fuego, Laura Moras interpreta a una mujer nacida y criada en el campo, presidenta de una cooperativa agropecuaria, apegada a su contexto... Pero la actriz nació y se crió en La Habana. Y casi nunca había puesto un pie en un surco.

"Algunos pensarán que es una contradicción insalvable, pero a mí me gustan los retos. Asumí el rol con mucha responsabilidad y con muchas ganas de hacer. Y también sabiendo que iba a aprender, porque de eso también se trata la actuación".

Entrevistamos a Moras bien lejos de la cooperativa donde trabaja su personaje, en el mismísimo centro de La Habana.

—Supongo que el personaje que interpretas tiene muy poco que ver contigo...

—Aparentemente tiene que ver poco. Yo toda mi vida he vivido en La Habana, no tengo la experiencia del campo, que sé que es una experiencia que marca. Es una manera distinta de ver las cosas. Tampoco nos parecemos mucho en el carácter, ella es mucho más dominante que yo. Pero al final, ya sabes, los personajes tienen mucho de uno.

—¿Asusta ser la protagonista?

—Bueno, hacer cualquier personaje importante asusta, imagínate un protagónico. Eres el hilo conductor de la historia, tienes un peso mayor en las tramas. Yo pienso que hacer un protagónico tiene muchas ventajas, el principal —más allá de la experiencia como actriz— es que te da a conocer. Pero también implica grandes riesgos. Tienes muchos ojos arriba, si lo haces mal, se entera todo el mundo.

—¿Has recibido opiniones de la gente?

—Sí, claro, muchísimas. Cada vez que salgo a la calle. Por suerte hasta ahora todas han sido positivas. La gente se me acerca y me dicen que les gusta la telenovela, me preguntan por lo que va a pasar y me hablan del personaje... Para mí ese es un gran premio.

—¿Te fue muy difícil asumir el rol?

—Tuve la suerte de trabajar con Miguel Sosa, alguien al que quiero y respeto. Ya había trabajado con él antes y nos entendemos muy bien. Cuando estás bien dirigida, cuando el personaje está bien concebido, ya has avanzado un buen trecho. No te digo que no haya sido complejo, pero no me fue mal. Por lo menos me sentí cómoda.

—Interpretas a una presidenta de cooperativa, una mujer dirigiendo sobre todo a hombres, hay mucha tela para cortar ahí...

—Por supuesto que la hay, sigue siendo un trabajo complicado para muchas mujeres porque todavía existen muchos prejuicios. El machismo de siempre, gente a la que le cuesta ser dirigido por una mujer. Pero aunque algunos no lo crean (o no lo quieran aceptar), cada vez son más las mujeres en cargos de dirección. Durante la grabación de la telenovela y después he conocido a muchas presidentas de cooperativas, he conversado con ellas. Casi todas agradecen la telenovela, porque pone su trabajo, los retos de todos los días, sobre el tapete. Incluso, me sucedió algo muy simpático. Una mujer que habían seleccionado como presidenta de su cooperativa, me dijo que el personaje de Isabel la había ayudado mucho a la hora de asumir el cargo. Me sentí muy halagada.

—Pero algunos dicen que esta telenovela no se parece mucho a la realidad.

—Mucha gente tiene una idea muy singular del campo cubano. Algunos, incluso, se quedaron en el 59. Piensan que en el campo todo el mundo vive en bohíos, pasando trabajo, llenos de fango. Yo los invito a que vayan a las cooperativas de las que habla la telenovela. ¿Piensan que la telenovela exagera? Pues yo les digo que en ocasiones se queda por debajo. Hay campesinos que viven muy bien. Viven bien porque trabajan y su estatus de vida no tiene nada que envidiar al de la gente que vive bien en La Habana y otras ciudades. Claro que también hay gente que vive mal, en el campo y en la ciudad. Pero en la televisión, en las telenovelas, hay que llegar a un equilibrio. No se trata de un documental.

 

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—Dicen que tú estás siempre muy limpia, muy elegante, que nunca te ensucias en el campo...

—Mira, hay dos cosas. La primera, las telenovelas no pueden (o no deben, o no tienen) que asumir la realidad con todos sus detalles. Son una visión idealizada de la realidad. Hay otros géneros que deben ocuparse de ese reflejo fiel. Nosotros pretendemos hacer arte. Yo por lo menos abogo por una televisión artística, y eso significa una televisión con un alto vuelo estético, muy cuidada desde el punto de vista formal. Las telenovelas son para soñar, algunos incluso dicen que para evadirse. Que algunas se acerquen con más o menos fidelidad a la realidad es otra cosa. Abordemos "la realidad", pero hagámoslo con cierta belleza. Yo te digo que si a la hora de la telenovela a la gente le ponen una visión fea, tan desagradable o gris como puede ser la vida cotidiana, mucha gente sencillamente dejará de ver la telenovela.

"Eso es una parte del asunto, la otra es que con todo eso, Tierras de fuego no distorsiona tanto las cosas, como piensan algunos. Los presidentes de las cooperativas no se ensucian, porque su trabajo diario tiene otra naturaleza. Los dueños de fincas muchas veces tienen gente trabajando para ellos, así que se ensucian menos. Además, los habaneros juzgan el trabajo en el campo desde sus propias experiencias. Un habanero va a trabajar al campo y por la tarde sale lleno de tierra; pero alguien que ha trabajado toda su vida en el surco, apenas se ensucia".

—De todas formas, según las encuestas la telenovela gusta. ¿A qué atribuyes eso?

—A que es precisamente una telenovela. Nos han acostumbrado a consumir a esa hora todo tipo de series. Esta es sin la menor duda una telenovela. Es, sobre todo, una historia de amor. Y a la gente le gusta las historias de amor imposibles. Mucha gente se sueña así. Que no tiene que gustarle a todo el mundo está claro. Pero Tierras de fuego ha rescatado el género para la televisión cubana.

—¿Ves esta telenovela?

—Casi siempre, trato de no perdérmela.

—¿Y cómo te ves?

—¿Quieres que te diga la verdad? Casi nunca estoy contenta con mi trabajo. O sea, a veces me parece que estoy bien, pero siempre pienso que lo pude haber hecho mejor. Cuando yo veo la telenovela, no la veo como la actriz que la protagonizó, sino más bien como la crítica. Yo soy mi más severa crítica.

—Eres una actriz todoterreno. Por hacer, has hecho hasta humor...

—Yo pienso que los actores tenemos que hacer de todo. Al menos yo trato de probarme en todo. Algunas cosas, evidentemente, te saldrán mejor que otras. Pero es importante que estés preparado para asumir todos los géneros y todos los medios. Yo veo mucha televisión, estoy al tanto de lo que se hace en el dramatizado cubano. No soy una "observadora pasiva", claro, formo parte de todo ese mundo. Y trato siempre de aprender de todos. Eso le he tenido siempre claro: de todo el mundo se puede aprender algo.

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Comentarios

Para mi Laura es una actriz muy buena, ademas de ser muy bonita. el tema de la novela no me agrada mucho pero la trama no esta tan mala, se puede ver.....

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