Rendirá homenaje a Fernando Alonso Ballet de Camagüey

Un programa por el centenario del natalicio del extinto coreógrafo, bailarín y maestro Fernando Alonso, a celebrarse en 2014, iniciará el Ballet de Camagüey, se informó hoy en esa ciudad, a unos 570 kilómetros al este de La Habana.

La maitre Regina María Balaguer, directora de la segunda compañía de ballet clásico de Cuba dijo que el homenaje es más que merecido, ya que Alonso, quien falleció a los 98 años de edad el pasado 27 de julio, es una gloria de la cultura, el ballet y de la danza en sentido general.

La bailarina reconoció que el principal pedagogo de la Escuela Cubana de Ballet se encargó de la dirección (1975-1992), de la compañía camagüeyana, fundada en 1967, bajo la guía de Vicentina de la Torre.

El homenaje póstumo lo auspiciará además la filial camagüeyana de la Universidad de las Artes (ISA), y la Cátedra Honorífica Fernando Alonso en esta ciudad, para lo cual se ha emitido una convocatoria a los artistas para el diseño del logotipo y el cartel que presidirán las acciones culturales.

La iniciativa incluye la inauguración, en mayo de 2014, de una exposición fotográfica con momentos de la vida de Fernando Alonso, nacido en La Habana el 27 de diciembre de 1914.

La directora del Ballet de Camagüey añadió que al Festival de Estudiantes "Las Imágenes Posibles", que organiza el ISA en Camagüey (junio de 2014), se insertará un encuentro artístico pedagógico en el que estarán presentes todos los niveles de enseñanza, para mostrar el quehacer del ballet y la danza en la provincia.

El homenaje al maestro de gran prestigio mundial tendrá su punto culminante precisamente el 27 de diciembre, cuando se cumple el centenario de su natalicio, con una función del Ballet de Camagüey en la que se pretende recrear algunas de las obras que Fernando Alonso interpretó como bailarín.

Regina Balaguer exhortó a los artistas de la danza, del audiovisual, las artes plásticas, la música y las artes escénicas a sumarse al homenaje, que consideró constituirá ocasión para retribuir la impronta en el ballet y la pedagogía de un maestro extraordinario.