OBITUARIO: Luis Marré, un poeta lírico y revolucionario
El silencio ha prevalecido en su muerte, como también prevaleció en buena parte de su vida. Luis Marré (La Habana, 1929) falleció este jueves en su ciudad natal. Es una triste noticia para la cultura cubana, pues Marré era uno de los mejores poetas contemporáneos cubanos (seguirá siéndolo, de hecho, la muerte es relativa para los grandes literatos).
El jurado que le otorgó el Premio Nacional de Literatura en 2008 reconoció a un poeta "con un lenguaje de seductora maestría, elegante y equilibrado, (que) supo conjugar la inspiración clásica con los aires renovadores de la vanguardia". Equilibrio, puede ser la palabra exacta. En la obra de Marré no hay arabescos inútiles.
He aquí que de pronto recuerdo,/ y me digo: He vivido./ Aquí, en mí, tengo que decírselo/ a alguien, a fin de que corrobore mi certeza./ Una y otra vez digo: He vivido./ Y el incrédulo desmiénteme, replica:/ —Conozco cuanto sueñas, niño mío. Ya/ iremos a conocer la vida, a comprobar/ los frutos:/ quiero de ti un testigo lúcido. —dice en uno de sus poemas.
Marré fue una de las más peculiares voces de la Generación del 50 en Cuba. No trató de dinamitar la tradición, sino más bien se propuso renovarla desde una humildad que a estas alturas parece gran mérito.
Escribió en las principales revistas literarias de su país, a lo largo de varias décadas: Orígenes, Ciclón, Unión, Casa de las Américas, El Caimán Barbudo, Santiago, Universidad de La Habana, Extramuros... Y por supuesto, en La Gaceta de Cuba, de la que fue jefe de redacción durante casi veinte años.
Además de poeta, era novelista, traductor, ensayista y periodista. Hombre tranquilo, alejado del mundanal ruido, prefirió dedicar buena parte de su obra al homenaje a otros grandes escritores y artistas. La sencillez de su poesía, su tono íntimo y sosegado, hablan de un hombre de gran nobleza, sin pretensiones de celebridad.
Nunca le dio la espalda a su contexto. Después del triunfo de la Revolución se sumó a la lucha contra los bandidos en el Escambray. Fue fundador de la Uneac, en cuya editorial, UNIÓN, hizo además un destacado trabajo como traductor y editor.
Su poesía ha sido traducida a más de 15 idiomas. Ha formado parte de importantes antologías de poetas hispanoamericanos. Publicó más de una decena de libros de poesía y dos novelas.
En una entrevista publicada en La Jiribilla, Marré apuntaba: "Soy un poeta lírico y revolucionario. El premio (Nacional de Literatura) no me va a hacer mejor ni peor poeta, ahora que estoy al final de mi vida. No voy a ser mejor militante ni mejor revolucionario, porque siempre he tratado de serlo".
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