Tribunal EEUU podría permitir demandas contra alimentación forzada en Guantánamo

Tribunal EEUU podría permitir demandas contra alimentación forzada en Guantánamo
Fecha de publicación: 
19 Octubre 2013
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Una corte de apelaciones de Estados Unidos mostró el viernes su posible disposición a intervenir en la alimentación por la fuerza a la que se somete a los presos de Guantánamo que están en huelga de hambre, que el Gobierno considera necesaria para mantener el orden pero que sus críticos califican de inhumana.

 

En una audiencia del Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el distrito de Columbia, dos jueces de un panel de tres preguntaron escépticamente a un abogado del Gobierno que argumentó que el tribunal no tenía jurisdicción en una prisión militar como la de la Armada estadounidense en Cuba.

 

Aunque estuvieron lejos de aceptar que la alimentación forzada es inhumana, los jueces sugirieron que los tribunales de primera instancia deberían al menos permitir a los detenidos que presenten demandas contra el procedimiento ante la justicia.

 

Los jueces no dieron señales sobre cómo fallarían, y para que tomen una decisión podrían pasar semanas o meses. Pero su escepticismo parecía ser un nuevo desafío para el control del Gobierno sobre el trato que da a los detenidos en Guantánamo.

 

Muchos jueces que han analizado la alimentación obligada en cárceles han concluido que la medida puede violar los derechos de los reclusos a controlar sus cuerpos y a la privacidad, derechos establecidos en la Constitución de Estados Unidos y en sus leyes. Pero determinaron también que las necesidades operativas de una prisión son más importantes.

 

Quince detenidos en Guantánamo están en huelga de hambre y todos ellos han perdido suficiente peso como para ser alimentados a la fuerza, dijo el comandante de la Armada John Filostrat, portavoz del campo de detención. Los detenidos reciben comida líquida a través de sondas que se introducen por la nariz hasta el estómago.

 

En su punto máximo alcanzado en julio, la última huelga de hambre en Guantánamo fue secundada por 106 de 166 prisioneros. De todos ellos, 46 tuvieron que ser alimentados a la fuerza al menos alguna vez.

 

Los detenidos comenzaron a rechazar ingerir alimentos en febrero para protestar por su confinamiento indefinido y la confiscación de sus pertenencias durante las requisas.

 

Después de que dos presos fueron transferidos en agosto, Estados Unidos sigue teniendo 164 hombres en la prisión, de los cuales está previsto que la mitad sean trasladados o liberados.

 

El juez Thomas Griffith preguntó en la audiencia por qué debería el tribunal aceptar sin evidencias la opinión militar de que la alimentación forzada es necesaria para mantener el orden.

 

"¿Es esa su carta ganadora? ¿Con eso se daría por terminada la investigación?", preguntó el juez al abogado del Departamento de Justicia Daniel Lenerz.

 

Lenerz dijo que varios fallos judiciales dieron a los guardias de prisioneros civiles de Estados Unidos gran libertad para determinar lo que es necesario para mantener el orden en una cárcel, y que una prisión militar tendría que tener una deferencia incluso superior.

 

Fuera del tribunal, los responsables militares también han aducido que es adecuado evitar que los detenidos se mueran de hambre y que la alimentación se realiza en línea con los procedimientos establecidos hace tiempo para los presos civiles.

 

ES INHUMANO, DICE UN ABOGADO

 

Defensores de derechos humanos y muchos médicos sostienen que la alimentación forzada es una violación de la libertad personal y de la ética médica. Un detenido en Guantánamo que presentó una demanda contra este procedimiento y perdió en 2009 lo calificó de tortura.

 

"La alimentación forzada no es ética. Es inhumana, es una violación del derecho internacional y de la ética médica", dijo el abogado Jon Eisenberg al tribunal.

 

Tras la audiencia, Andrés Conteris, un activista en huelga de hambre para protestar por la prisión de Guantánamo, fue alimentado a la fuerza en las escaleras del tribunal a la vista de otros 30 manifestantes, que observaron como el alimento era empujado a través de un tubo que ingresaba en su nariz.

 

El presidente Barack Obama ha prometido cerrar la prisión de Guantánamo, pero no ha logrado hacerlo por la oposición en el Congreso.

 

Obama defendió la alimentación forzada en una conferencia de prensa en abril, diciendo: "No quiero que estos individuos mueran".

 

Una dificultad para los detenidos es que el Congreso en el 2006 aprobó una ley que volvía imposible para ellos demandar por sus condiciones de vida. Sus abogados, sin embargo, presentaron las últimas denuncias como un pedido de recurso de hábeas corpus.

 

Otro juez del tribunal de apelaciones, David Tatel, parecía dispuesto en la audiencia del viernes a permitir que los presos de Guantánamo usen los pedidos de hábeas corpus para protestar por sus condiciones.

 

El magistrado dijo que la Corte Suprema lo había "dejado como interrogante abierto" y mencionó que los tribunales estadounidenses habían permitido al menos cuatro demandas similares en prisiones civiles.

 

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