“Nada soy sin la pelota”

“Nada soy sin la pelota”
Fecha de publicación: 
4 Octubre 2013
0
Imagen principal: 

 

Muchos no creerían que Felipe Rodríguez Carbó, más conocido por Felipito, ese dicharachero empedernido que ha vivido tanto para el deporte de “las bolas y los strikes” y que ahora trabaja como campesino del batey Narcisa, es uno de los pocos cubanos fundadores de las series Juvenil y Nacional de Béisbol en Cuba. Tal vez sea poco conocido, pero de lo que no quedan dudas es que este hombre ha vivido consumido siempre por una pasión: la pelota.

"Empecé a jugar en el equipo La novena de Narcisa desde adolescente. Mi padre me hizo crecer dentro del mundo deportivo, y consiguió que me obsesionara con el juego; me exigió tanto a la hora de entrenar que el béisbol se convirtió en mi prioridad. ¿Lo que más me preparó? Sin dudas, la satisfacción de pisar el terreno, conectar un home run… El mérito de mi padre más allá de hacerme entrenar consistió en infundirme el amor por la pelota".

Este pelotero se inició en los juegos profesionales justo a los 17 años en el equipo juvenil regional. Trabajó al principio como cargabates, pero muy pronto demostró sus aptitudes y comenzó a jugar como siol. "Mi primer juego importante se celebró en Caibarién, desde entonces impresionó a las gradas mi talento natural para atrapar la bola".

Recuerda muy bien cuando ganó en 1960 el Primer Campeonato Regional, donde alcanzó el mejor average de bateo del año (328). "Más que eso, recuerdo a mis compañeros quienes llegaron a convertirse en verdaderos hermanos. No olvido a Natilla Jiménez, como le decíamos todos, ese gran pelotero hizo historia en nuestro equipo, destacaba como uno de los mejores".

Felipe y sus colegas jugaban siempre después de las 4:00 pm pues durante el resto del día tenían que trabajar para sostener a sus familias. No contaban con los recursos necesarios, pero aún así no dejaban de entrenar.

"Comprábamos los implementos necesarios con nuestros ahorros y la colaboración de algunos seguidores, fanáticos del béisbol, puesto que carecíamos de pelotas, bates y guantes fundamentalmente; eso sin decir que un protector para el catcher no pasaba de ser una ilusión. En verdad, lo más importante era jugar y jugar lo mejor posible".

 

pelotero-02

Por sus cualidades ganó trofeos como el Champion Robador de Base, que le hiciera gozar de mucha popularidad, aunque asegura que su mayor recompensa fue siempre el amor del pueblo. "Cuando alguien me ve por ahí, y me reconoce o simplemente me llama pelotero, me siento muy orgulloso".

La edad y un terrible accidente que le fracturó la rótula izquierda le imposibilitaron continuar su carrera como pelotero, sin embargo sigue de cerca este deporte.

"No diría que dejé el terreno nunca, este juego me apasiona. Luego de retirado me dediqué a entrenar a los muchachos que comenzaban a interesarse en el béisbol". Así comenzó a trabajar como entrenador inculcándoles siempre a sus discípulos cómo dominar y conocer sus cuerpos para evitar cualquier lesión. "El pelotero y los deportistas de manera general tienen que cuidarse mucho, las lesiones pueden echar a perder la carrera del más brillante de los atletas".

En ocasiones lo han invitado a la inauguración de varias Series Nacionales de Béisbol, en la celebrada en Santiago de Cuba recibió un reconocimiento firmado por Fidel Castro. "¡Fue muy emocionante! ¿Cómo olvidar que el Comandante notó mis méritos? Siempre quise parecerme a Kindelán y pude haberlo conseguido de no haber sido por mi rodilla dislocada. Fui el primer corredor emergente de las series nacionales en Cuba, y pude haber hecho mucho más".

Para comenzar a jugar en el deporte profesional, su equipo necesitó un patrocinador que resultó ser el dueño de establecimiento cervecero en Yaguajay, quien les exigió mostrar en el uniforme el logo de la Empresa Cerveza Cristal.

"Eso no nos agradaba mucho. El precio que teníamos que pagar para obtener los recursos que necesitábamos era convertirnos en propaganda mercantil. En el béisbol profesional muchos jugaban solo por la remuneración económica. Ahora es diferente, los peloteros cubanos juegan con dignidad, practican el deporte por el deporte sin pensar cómo hacer más o menos dinero. En la actualidad, se piensa mucho en lo que dirá el pueblo, ese crítico por excelencia que es el más importante".

 

pelotero-03

En sus ratos de ocio se dedica a estudiar la evolución del béisbol cubano desde la fundación de las series nacionales hasta la actualidad y asegura que la pelota cubana destaca como una de las mejores del mundo. "En estos momentos lo que más falla en nuestros equipos es el pitcheo, se debería trabajar mucho en eso. La causa principal por la que no somos mejores radica en el acomodamiento de nuestros jugadores, después que entran al equipo se confían, no practican lo suficiente. Considero que alcanzaríamos mejores resultados si cada jugador pusiera más empeño en romper sus propios récords".

Refiriéndose a su pelotero favorito, Javier Méndez, a quien siempre admiró por sus cualidades como excelente fildeador, confesó: "Diría que se convirtió en el modelo a seguir por aquellos que de veras quieren ser peloteros de mérito". Y en el momento de decidirse por un equipo agregó: "Mi equipo preferido es el equipo Cuba, si bien no puedo negar que desde hace muchos años Industriales me impresiona por su sistema de juego: toque de bola y hits and run".

Siempre habla de la pelota en plural, incluyéndose aun cuando ya es jubilado del Inder (Instituto Nacional de Deportes y Recreación). ¿Por qué?

"El béisbol se encuentra tan ligado a mi vida que me resulta imposible hablar del tema como algo ajeno. Cuando digo pelota o béisbol me parece que hablo de una parte importantísima de mi vida. Nada soy sin la pelota, vivo por ella y para ella".

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.