Anuncia Ecuador presencia en la Feria cubana del Libro 2014

Esta vez, el espacio será protagonizado entre Cuba y Ecuador, país al cual se dedica esa cita literaria.

En conferencia de prensa en la capital, el embajador de la República ecuatoriana, Edgar Ponce, reveló que además de ser un desafío por parte de los organizadores de su gobierno, el evento permitirá estrechar lazos de amistad con la mayor de las Antillas.

La ocasión permitirá la presentación de 60 obras de autores ecuatorianos que mostrarán la diversidad cultural de ese pueblo suramericano.

En opinión de la directiva del Ministerio de Ecuador, Daniela Fuentes, el suceso constituye un punto favorable y alternativo para apuntalar en nuevos peldaños a la realización editorial de esa nación.

«Ecuador asume desde la postura de ser elegido como país de honor. Cuba es una nación que lee. Es un país en el cual la cultura está en el primer lugar de toda la política pública, y eso quiere decir que este año nos van a leer, que este año los ojos van a ser fijados en nuestra historia de tradición literaria inmensa, y además, muy rica. Desde Alejo Carpentier hasta Nicolás Guillén, son parte necesaria de nuestros estudios. Nos sentimos honrados de venir a la tierra de Dulce María Loynaz», comentó Fuentes.

La funcionaria confesó ante los medios que es un desafío montar toda una delegación y tener que encontrar formas de expresar, al alcance de todo el mundo, la potencia instructiva de Ecuador.

El novelista ecuatoriano Jorge Queirolo Bravo comentó en un post de su blog que «la literatura de su tierra se ha caracterizado por ser esencialmente costumbrista y, en general, muy ligada a los sucesos exclusivamente nacionales, con narraciones que permiten inferir cómo es y se desarrolla la vida diaria del ciudadano común y corriente».

Entre los escritores del pueblo latinoamericano se mencionan al narrador Pablo Palacios y el poeta Jorge Carrera.

Dentro de las actividades programadas, la vigésima edición abarcará un amplio espectro de las artes: música, cine y teatro, así como la fotografía y las artes plásticas. No obstante, el libro y sus enriquecedoras presentaciones constituirán el momento propicio para el debate de análisis sobre la semántica literaria y nuevas miradas de los contemporáneos del siglo XXI.