Baloncesto (f): De nuevo reinas de América

Sin embargo, las chicas de Alberto Zabala se acordaron de que el básquet para damas de la mayor de las Antillas era un equipo respetado en América, y derrotaron a las suramericanas por primera vez desde 2007.

Con eso ya tenían en el bolsillo el boleto al Campeonato Mundial de próximo año en Turquía, pero sabían que tenían para más.

El hecho de alinear a la Amargo, que se perdió el tope ante Brasil por problemas físicos, demostró que Cuba iba en serio por el trono, su tercero en la historia de estas lides, luego de obtener los de 1999 y 2005.

La final prometía grandes emociones, porque las canadienses habían dejado a las caribeñas en solamente 40 puntos en el pleito anterior, y con ese paupérrimo saldo anotador no se pierde nada más con Canadá, sino con el peor quinteto del certamen.

En esta segunda ocasión no había concluido el segundo cuarto y ya superábamos esa cifra, basadas en un armónico juego colectivo. Ante las norteñas el único punto flaco fueron los rebotes, porque el conjunto canadiense se sabe ubicar muy bien bajo las tablas, tanto a la ofensiva como a la defensa, y si nuestras chicas, que por lo general tienen desventaja en estatura con los demás planteles, no tienen una ubicación adecuada, entonces no podrán tener segundas opciones a la ofensiva, ni podrán impedir que sus rivales aumenten sus posibilidades de anotar. A la postre, lograron corregir este acápite en la final, a diferencia del encuentro previo.

Afortunadamente los tiros libres mejoraron ostensiblemente en este choque, porque con los porcientos de la semifinal no se puede aspirar a grandes cosas en el baloncesto.

Individualmente estuvieron brillantes Leidis Oquendo, la Amargo y Clenia Noblet, mientras que Oyanaisis Gelis aportó su experiencia en la conducción del balón, aunque aquí la opción de futuro es Ineidis Casanova.

¿Que se acelera? Es verdad. ¿Que toma decisiones apresuradas? Cierto. ¿Que dispara a veces innecesariamente? También es real. Pero se trata de una jugadora joven de apenas 24 años, con un gran talento para manejar el balón, sobre todo a velocidad, y eso vale mucho para una base organizadora, más aún si su equipo no sobresale por la estatura. Claro, esta quizás es la posición más difícil del baloncesto y lleva tiempo formar a una buena organizadora, pero tiene otra de las cosas más importantes para este puesto, y es el liderazgo y el ímpetu. Le falta dosificar esto último porque no es lo mismo jugar de abajo que tener ventaja, pero eso lo ganará con la experiencia.

En sentido general, muy bien estuvo todo el colectivo, sumando jugadoras y técnicos, y ojalá este sea apenas el primer paso para recuperar la hegemonía en la región latinoamericana.