«Hacer rock sinfónico en Cuba es como ejercer el sacerdocio»

«Hacer rock sinfónico en Cuba es como ejercer el sacerdocio»
Fecha de publicación: 
19 Septiembre 2013
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Sobre esto nos hablaba el líder de la banda cubana Anima Mundi, Roberto Díaz, durante la presentación de su disco The Lamp Lighter (El farolero), al referirse a las dificultades para hacer rock sinfónico-progresivo, y de cómo la pasión por la música sigue siendo el principal impulso.

 

Anima Mundi es el único grupo que trabaja el rock sinfónico en Cuba y cuenta con un increíble carisma a nivel internacional.

 

Su álbum The Way (2010) los catapultó y actualmente el grupo figura en el top ten del género en el mundo. Recientemente realizaron una gira por Francia, Alemania, Suecia, Holanda y Bélgica, y en varios festivales de estos países han sido premiados por la mejor actuación o mejor concierto de esos eventos, gracias a la fuerza escénica que tienen.

 

Con más de 15 años de fundada, la banda es una especie de laboratorio ambulante, comenta Roberto, todos trabajan en los arreglos y son imprescindibles en el proceso creativo, a pesar de que las composiciones recaen en el líder y la tecladista y cofundadora Virginia Peraza.

 

Al escuchar los temas de Anima Mundi, logramos sentir eso que el nombre de la agrupación anuncia: «el alma del mundo». Su sonoridad nos remite a un paisaje mítico, a una tierra de fantasía o al mundo complejo y hermoso en el que vivimos. Es como si por las cuerdas de la guitarra pasara el espíritu del mundo, la fuerza de la naturaleza, lo mejor de nosotros los humanos…

 

Anima Mundi, banda cubana de rock sinfónico

 

Roberto, el título del disco está en inglés, al igual que las canciones. Esto es algo recurrente en el rock cubano, ¿por qué?

 

Es una cuestión de mercado, quienes se dedican a este género en el mundo cantan en inglés, lo mismo en Polonia que en Suecia o Finlandia, donde tienen otras leguas.

 

Mientras cantamos, al principio del grupo, en español, no hubo grandes logros. Cantar en inglés fue un paso que pensamos seriamente para darlo y hoy no nos arrepentimos.

 

¿Crees que en el extranjero te identifican como un grupo cubano?

 

En los primeros álbumes de Anima Mundi sí se nota la influencia de la música cubana, en los últimos se siente más el lenguaje sinfónico universal, pero los dos primeros se consideran bien cubanos. Esa es una polémica infinita. Creo que hay elementos que nos caracterizan en nuestra música, aunque no son evidentes, no son un motivo para vender lo cubano.

 

Por ejemplo, la presencia de la síncopa que es también un elemento en la música latina está en nuestros temas sin que nos lo propongamos. Sale solo.

 

De eso se trata la identidad, ¿no?

 

Sí, a veces uno mismo no lo nota, pero la crítica especializada lo advierte y lo llaman «Romanticismo tropical». Ellos se dan cuenta de que hay algo cubano ahí.

 

¿Cómo se ha comportado la producción discográfica de Anima Mundi?

 

Este es el cuarto álbum de estudio, tenemos otro doble en vivo, grabado en Holanda en 2011, y un DVD oficial. Tenemos disímiles demos y discos compilatorios.

 

¿Cómo calificarías El farolero dentro de la lista?

 

La idea era que se hiciera con una orquesta desde que se pensó en el año 98. No está finalmente la orquesta, pero se logró una atmósfera similar a la banda tocando con una sinfónica.

 

El disco se compone de dos suites y un epílogo, estas simbolizan cómo encontrar la luz cuando parece que todo se ha apagado, el entendimiento, el encuentro consigo mismo y el canto al amor.

 

Siento que este es un disco sui generis, el más propio de Anima Mundi. Es un disco bastante conceptual con sonoridad y lenguaje orquestal.

 

Anima Mundi, banda cubana de rock sinfónico

 

En Cuba son los únicos exponentes del rock sinfónico, ¿cuán difícil es dedicarse a esto desde aquí?

 

Es muy difícil, primeramente porque no hay tradición. Generalmente el rock que se escucha en Cuba tiende más a lo bailable. Esto no solo sucede en Cuba, en América Latina en general no hay una presencia fuerte del género, excepto en Brasil, México, Chile o Argentina. Por eso es importante cantar en inglés, de lo contrario, no encontramos una apertura en el mercado.

 

También están las dificultades en cuanto a recursos materiales. Es muy difícil mantener los instrumentos musicales, hay que depender del mercado negro o de los favores de amigos.

 

Creo que hemos sido los únicos del rock sinfónico progresivo en mucho tiempo en Cuba.

¿De cuántos años estamos hablando?

 

La banda se fundó hace 17 años.

 

 ¿Dónde se puede ver a Anima Mundi, además del concierto de presentación?

 

No nos presentamos mucho. En los últimos años hemos estado trabajando en estudio. Desde que se terminó The Way en 2010 hemos hecho giras y grabamos entre Holanda y La Habana este nuevo álbum. No hemos tenido mucho tiempo.

 

Antes tocábamos más, en el Maxim Rock o en otros teatros. En 2001 y 2002 Anima Mundi llenó los teatros Mella y Riviera y quedó público afuera. Ahora no sucede lo mismo, el público de este tipo de rock ha disminuido. Ha habido un cambio generacional.

 

En otros países es más fácil llegar al público a través de Internet, en Cuba se llega al público mediante videos clip, que cuestan caros. Nosotros nos hemos concentrado en la producción discográfica, que para nuestro género exige recursos económicos. Nada más en sintetizadores, nadie imagina lo que hay que pagar.

 

Y en los festivales de rock que se realizan sistemáticamente en las provincias en Cuba, ¿participan ustedes?

 

Hemos participado, pero estos festivales están más dirigidos al metal duro, que no es lo que nosotros hacemos.

 

Anima Mundi, banda cubana de rock sinfónico

 

¿Piensas repetir la gira de Europa en Cuba?

 

Quisiéramos eso, de hecho estamos pensando hacerlo con otros grupos progresivos de gran prestigio internacional como The Flower Kings. Eso debe suceder el año próximo.

Queremos colocar el disco en la radio, aunque sabemos que es complicado porque los temas son muy extensos para radiar o pasar por televisión, pero estamos analizando otros proyectos colaterales para promoverlo.

 

Anima Mundi surgió en un momento difícil en la historia de Cuba, los años 90, y en esta época nacieron también otras bandas roqueras. ¿Cómo ha sido el recorrido de ustedes y cómo valoras hoy el movimiento de rock en Cuba?

 

El movimiento roquero cubano tiene altas y bajas. El espectro ha pasado más bien por estrechamientos y ensanchamientos genéricos. Prácticamente se identifica el rock cubano con el metal, y no es así. El metal es un hijo del rock, pero no es lo fundamental.

 

Aparentemente surgen bandas que comparten otra vertiente del rock, y entonces vuelve a estrecharse el espectro con la tendencia de estas al metal. Últimamente estamos viendo «grupos de cover», así les llamamos a los que tocan temas de otras bandas (sobre todo extranjeras) de otras épocas. Eso parece ser rentable y algunos grupos de ahora o de la vieja guardia se dedican a esto para ganarse la vida.

 

Creo que Anima Mundi está en tierra de nadie en este sentido. Nos hemos mantenido haciendo una música propia, propositiva, sin grandes audiencias, aunque hace 10 años llenábamos teatros.

 

Ahora es más fácil porque se nos han abierto puertas internacionales y la banda tiene un renombre. Eso nos hace respirar, pero tuvimos momentos muy oscuros en los que parecíamos no tener futuro como grupo, prácticamente estábamos desintegrados. Hemos tenido una resistencia estoica, una especie de sacerdocio, como decía un texto de la publicación Harmony Magazine.

 

Anima Mundi, banda cubana de rock sinfónico

Es pura pasión lo que los ha mantenido entonces.

 

Sí, pura pasión que ahora tiene sus frutos.

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