Que suenen los tambores de la televisión cubana

Ojalá este cubano de a pie que les habla y por qué no todos, tengamos esa capacidad. De seguro tendríamos gran parte de los problemas resueltos y menos justificaciones, muy evidenciadas, para las impuntualidades docentes o laborales. Todo parece tener un precio…

Ocupé el asiento de prensa previsto en una de las filas de la platea. Así se me hizo posible describir a detalle los acontecimientos del concierto inaugural de este Festival Internacional de Radio y Televisión 2013…

Como les anunciaba en el inicio, la gozancia de Pánfilo, Chequera y Facundo activaron el entusiasmo. Sin lugar a dudas, estos personajillos devienen de uno de los mejores espacios humorísticos con un sentido crítico y constructivo de nuestra realidad… Salieron en el medio del escenario para ser cómplices del momento.

En breves minutos de risa y presentaciones formales del espectáculo, apareció la imagen renovada de Vania con un rapado a medio lado. Poco después, el Ballet de la Televisión Cubana (TVC) rompió con la rumba del solar capitalino, aderezado en una rica fusión de música. Así apareció la pareja de baile de salón Los hermanos Santos junto a Roclan. «Fue una experiencia artística única», me cuenta el coreógrafo en una entrevista a la salida de la actividad, para ellos mis sinceros respetos. Por mi parte, ese fue un encuentro de mucho talento, el cuerpo de baile dirigido por Cristhie Domínguez ha ganado fuerza. Tenemos nuevas formaciones jóvenes. ¡Hay Ballet de la Televisión Cubana para rato!

Regresando al espectáculo, encontré en el escenario a David Blanco con su tema Locos por la música y seguidamente a Ernesto, quien compartió La buena suerte con el público. Igualmente disfrutamos de la elegancia sonora y belleza de Luna Mazanares, mientras Kelvis Ochoa resumía «la vida en un dos por tres».

Ciertamente, el instante más enérgico fueron los tambores de Laritza Bacallao. Todos nos paramos a aplaudir a la ya bautizada por los asistentes «conguera de Cuba».

Posteriormente hizo gala en el teatro el punto guajiro en la voz de Luis Paz Esquivel, conocido como Papillo, quien cogía los versos sueltos en el aire. No faltó el homenaje a Celina González con las bendiciones de un Viva Changó.

El cierre fue de Manolito Simonet junto a los invitados como Tania Pantoja y Mandi, el ya no tan nuevo integrante de Los Van Van. Aquello era imposible resumirlo en una palabra...

Luego de concluido el espectáculo, volví a mi realidad. —De nuevo el transporte— me dije optimistamente. Aproveché la hora y media en la parada para observar La Habana de noche con sus animales nocturnos, pero bueno, esa es otra historia. Por ahora quedémonos con la edición del Festival Internacional de Radio y Televisión 2013 y su magia.

Considero que deben ser repensadas las maneras de hacer, de construir historias. En una entrevista de Irela Bravo al director cubano Roly Peña, el realizador comentó que es importante llevar la producción material a la par de la creación artística. «Podemos contar con una buena cámara, pero si el actor no le pone la bomba, estamos tirando el tiempo. Hacen falta mejores guiones. Los televidentes serán cada vez más exigentes…».

Dejemos que suenen los tambores y que nuevas luces le den otro porvenir a Santa María, porque sin La cara oculta de la luna todo lo demás seguirá siendo Polvo en el viento. La televisión en Cuba es como una interminable discusión de pelota en el Parque Central, una Tierra de fuego…