ESTRENOS DE CINE: Oblivion

En Oblivion, nos reencontramos con el Tom Cruise de Minority Report, solo que ahora 10 años más viejo. Y de hecho, a medida que avanza el filme, el maquillaje del actor se vuelve cada vez más natural y en ciertas tomas llegamos a preguntarnos si no hace Oblivion con Cruise lo mismo que El curioso caso de Benjamin Button con Brad Pitt y Cate Blanchet, si no pretende que nuestro celebrity pase de las 20 a las 50 primaveras (con las que ya cuenta) durante los 124 minutos del filme.

El director Joseph Kosinski decidió que Cruise desarrollara un tipo de representación más natural que la de su compañera de las primeras escenas Olga Kurylenko, que imita el acento británico y encarna su personaje con mayor artificialidad, como corresponde a una mujer creada en un laboratorio. Escucharemos entonces a Tom Cruise decir: “Oh, my Gosh, I’ve lost my bike” (algo así somo: “Coño, se me perdió la moto”), solo que en lugar de Manhattan, su bocadillo se perderá en los confines de un desierto postnuclear. Luego conoceremos el por qué de esas poses neoyorkinas que tan anacrónicas nos resultan al comienzo.

A fin de cuentas, es una historia muy cotidiana la de Oblivion. Y sus escenarios postapocalípticos, a la par de su indiscutible categoría de ciencia ficción, también refuerzan esa idea de mundo soñado, un mundo que solo puede ser soñado por un hombre de nuestro hoy.

Dicho sea de paso, el trabajo escenográfico resulta más que satisfactorio. Por una parte, tenemos imágenes de una ciudad devastada al punto de que solo se reconoce por algún que otro retazo de edificio y calle que despunta en medio de algo similar a un desierto. Por la otra, nos encontramos un paraíso del tipo La laguna azul, que subraya abiertamente su condición idílica. Y por último, o desde el mismo comienzo, tropezamos con una casa aséptica, gris, vidriosa y perfecta como esas que muestran ciertas publicidades norteamericanas que hablan del porvenir inmediato.

Para colmo, si usted ve esta película en el cine Yara, como sus bocinas más que amplificar, susurran; recibirá la experiencia vívida de participar del sueño de alguien. Pero ¿quién es ese alguien de Oblivion? Aplicando un poco de psicoanálisis de manual, y a juzgar por su universo onírico, el hombre que se acostó una noche y soñó esta película, comparte cama con una mujer que ya no es aquella con la que decidió casarse. Él mismo, protagonizado en el sueño por Tom Cruise, hace mucho tiempo que no es el de antes. Su vida consiste en la repetición de una rutina laboral en la que su opinión, sus sentimientos, se tienen muy poco en cuenta. Y en casa, una casa lujosa que recibe a cambio de su trabajo, su mujer robótica lo espera y le da ánimos: solo tienen que seguir con esa vida un tiempo más, hasta que los premien con un futuro mejor. El resto de Oblivion se va en los esfuerzos desesperados de aquel hombre por convertir la pesadilla de su presente en un sueño dulce.

Título: Oblivion
Dirección: Joseph Kosinski
Producción: Joseph Kosinski, Peter Chernin, Dylan Clark, Barry Levine, Duncan Henderson
Guion: Joseph Kosinski, Michael Arndt, Karl Gajdusek
Música:    Anthony Gonzalez, Joseph Trapanese, M83
Fotografía: Claudio Miranda
Montaje: Richard Francis-Bruce
Protagonistas: Tom Cruise, Morgan Freeman, Olga Kurylenko, Andrea Riseborough, Nikolaj Coster-Waldau, Melissa Leo
País: Estados Unidos
Año: 2013
Género: Ciencia ficción
Duración: 124 minutos