Antesala del adiós: ¡Rusia por encima de Estados Unidos en el medallero!

Moscú no podía ser la excepción, no escapa a la pugna, y en su rol de anfitriones los rusos (siete oros, tres platas y cinco bronces) desplazaron de la cima del medallero a los estadounidenses (6-11-3) al término de la penúltima fecha.

La definición del 4x400 femenino se antojó escenario de lucha y al menos, hasta que no caiga el telón de la lid, esa será la comidilla atlética de todos, pues los norteños exhiben una cadena de cinco coronas ininterrumpidas en mundiales de campo y pista, desde que la propia Rusia los desbancara en Edmonton, Canadá, 2001.

Entonces el starter sonó su disparo y arrancaron, codo con codo, vigilantes, listas para atacar, preservando la intensidad del paso en cada vuelta al óvalo, cada cambio, cada segundo. Así, músculos y nervios tensados al límite, se impusieron Yulia Gushchina, Tatiana Firova, Kseniya Rizhova y Antonina Krivoshapka (3:20.19 líderes anuales) sobre Jessica Beard, Natasha Hastings, Ashley Spencer y Francesa McCorory (3:20.41), resistiendo las primeras ese embate final de ébano.

La realidad irrefutable estriba en que son las dos mayores potencias del deporte rey, más allá del poderío casi abrumador desplegado por Jamaica en la velocidad, y el constante predominio de kenianos y etíopes en eventos de fondo, incluso por encima de una Alemania que ha visto ceder terreno. Su potencia dista de ser la de las dos primeras ediciones, cuando la ex República Democrática Alemana, se reservó el sitial de honor.

El atletismo es una disciplina universal, como el fútbol, la natación. A pesar de que el rendimiento de Cuba frisa lo mediocre, y pende de un hilo la posibilidad de superar Daegu 2011, si en definitiva el triplista Pedro Pablo Pichardo no viste sus pinchos de oro, no se puede negar que la adrenalina se ha destilado a chorros, el insomnio ha sido placentero y las rivalidades sumamente interesantes. En ese plano, justamente 24 horas antes de celebrar su 22 cumpleaños, la vallista revelación estadounidense Brianna Rollins combinó técnica depurada, explosividad y remate para superar a la australiana y monarca regente tanto del orbe como bajo los cinco aros, Sally Pearson. El pulso definido 12.44 por 12.50 segundos a favor de la Rollins, con la británica Tiffany Porter (12.55) respirándole encima.

Rusia a la vanguardia, sin margen de error en el salto de altura, donde Svetlana Shkolina (2.03) sacó la cara por su coterránea Anna Chicherova (cuarta con 1.97) para agenciarse el cetro. Solo un fallo tuvo durante toda la final la atleta local, capaz de superar su tope personal y desplazar a la estadounidense Brigetta Barret (2.00) y la española Ruth Beitia (1.97).

Sin sorpresas transcurrió la jabalina masculina. Los mejores sencillamente pusieron a volar el dardo y los honores recayeron en el checo Vitzeslav Vezely (87.17), el finlandés Tero Pitkamaki (87.07) y el ruso Dmitri Taraban (86.23).

La calidad no da margen a sorpresas, al menos no en una dimensión tan grande. Mencionábamos algunas de las grandes potencias y su desempeño en el estadio Luzhniki moscovita. Anfitriones y estadounidenses son escoltados justamente por Jamaica (4-2-1), Kenya (3-4-3), Etiopía (3-3-4), Alemania (3-2-1) y Gran Bretaña (3-0-2). El fin de la cuenta regresiva toca a la puerta, 24 horas para materializar el adiós. Entre tiempos, marcas, emociones y disfrute, mañana se sabrá el veredicto.