ESPECIAL: Yipsi Moreno, el adiós de una matriarca ( + FOTOS)

Honor, como en aquellos tiempos en los que los caballeros de la mesa redonda del Rey Arturo juraban defender a su monarca a capa y espada. Así encara la martillista Yipsi Moreno desde aquel segundo escaño en el Campeonato Iberoamericano de 1998, cuando lanzó la clarinada al resto del mundo de que ella llegaría para instalarse en la elite, hacer historia, brillar como ninguna otra.

Esa misma sensación, la adrenalina a chorros, la cabeza erguida, el corazón de su lado, fue lo que experimenté, y de seguro al igual que millones de cubanos al verla lanzar el implemento por última vez al máximo nivel. Digna despedida en su sexta final en este tipo de certámenes. Disparo de 74.16 metros, registro cúspide de campaña, superiores a los 73.93 que la antecedían, fue la mayor evidencia de que el adiós de una matriarca estará marcado por un envío de grandeza.

Incluso se fundió en un abrazo con la rusa Tatiana Lysenko, rival de toda una década, amiga entrañable también, con quien disputó batallas encarnizadas y luego estrechó abrazos y sonrisas. La rusa también la homenajeó esta vez, con un 78.80 devenido récord para la competición. Y esa atmósfera de reverenciar a una grande se impregnó en el resto de las primeras cuatro concursantes, todas con marcas de renombre: tope nacional para la polaca Anita Wlodarczyk (78.36), registro de campaña para la china Wenxiu Zhang (75.58) y marca cimera para su coterránea Zheng Wang (74.90).

Tres lustros instalada en la elite, desandando las más disímiles latitudes martillo en mano, siguiendo atentamente las indicaciones de su mentor y “padre” Eladio Hernández. Recuerdo que en una conversación me confesó:

Atleta de pocas lesiones… ¿Qué ha sido clave en esa estabilidad?

Entrega, acertada conducción de Eladio, planes precisos y combinación de ejercicios, buen trabajo del equipo médico y los fisioterapeutas que he tenido, en fin, muchas pequeñas cuestiones.

Norbis Balantén fue mi espejo. De ella aprendí el verdadero significado de sacrificio. Es alguien a quien igualmente le debo mucho. Eso se conjugó con el paso del tiempo, el perfeccionamiento de la técnica, trabajo de fortalecimiento en la playa, algo que considero muy importante, y el rigor de tener como mentor a uno de los martillistas más técnicos de Cuba.

El peso de Eladio en la búsqueda y materialización de esa maestría.

Eladio es un perfeccionista constante de la técnica, esa sensación no deja de inculcarla a todas y cada una de nosotras. Sin temor a equivocarme nuestra química es prácticamente única. Es meticuloso, nos pone muchos videos, ejercicios de imitaciones, con el elemento adicional de los volúmenes de trabajo. Es un profundo conocedor y apasionado de su trabajo. Han sido 15 años de avolución, desarrollo mutuo. Ha causado en mí el efecto padre, amigo, mentor…

En lo personal no dejo de pensar en el martillo, vive conmigo 24 horas. Sin importar donde esté. Siento los giros, coordino en mi mente, los simulo, al punto de que me he sorprendido en la cola de un guardabolsos oscilando la cartera. Ese gesto inicial antes de cada envío en competencia se corresponde, es una representación previa.

Esa es otra de sus virtudes, esa constancia, tanto en el plano deportivo como en la vida, esa humildad, que ha viajado mucho más lejos que sus 76.62 cimeros de Zagreb el 9 de septiembre del 2008.

Ahora encarará un combate de mucho mayor rigor, el de la maternidad, transmitir sus experiencias, educar con todo ese tesón a su hijo abdelito. Sellar su paso exitoso por la vida. Hoy, el estadio Luzhniki sencillamente marcó el adiós de su carrera competitiva una matriarca del martillo, el campo y pista, el deporte mundial. ¡Hasta siempre Yipsi!

La cubana Yipsi Moreno finalizó hoy en el sexto lugar del lanzamiento del martillo, correspondiente al Campeonato Mundial de Atletismo, con sede en Moscú, Rusia.