Entre grises y satisfacciones, oxígeno para una segunda jornada

Entre grises y satisfacciones, oxígeno para una segunda jornada
Fecha de publicación: 
10 Agosto 2013
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Insomne, los miembros pesan en el justo instante de redactar estas líneas, como también pesa el hecho de no poder contar con más finalistas hasta este instante que las discóbolas Yarelis Barrios (63.63), Yaimée Pérez (60.33) y Denia Caballero (63.14), además de la esperanza de que el decatlonista Leonel Suárez saque esa dosis extra de estirpe a la cual nos tiene acostumbrados en la segunda jornada y logre escalar posiciones.

Por ahora el privilegio reservado a los medallistas parece distante para el holguinero y actual medallista de bronce (8 501), pues con 4 092 unidades aparece en el lugar 17 de la clasificación comandada por el fuera de serie estadounidense Ashton Eaton (4 502).
Semejante panorama no nos deja otra opción que analizar el desempeño de nuestros atletas en el debut, amparado en el manejo de ciertas cuestiones:

Barrios es Barrios, triple medallista del orbe, segura, confiada, sabedora de su maestría, dueña de esa capacidad para poner a volar el implemento y que le vaya el alma en ese intento inicial. Así, la pinareña de 30 años nos regaló ese disparo, segundo de la clasificación general y su habitual sonrisa. Hoy solo la lituana Zinaida Sendriuté (64.16) pudo superarla, y encarará la final de mañana con la satisfacción de que, cual mosqueteros de Alejandro Dumas, batallará junto a Denia y Yaimée, quienes sin registrar los 63 metros exigidos, cerraron la lista de 12 agraciadas finalistas.

En definitiva solo la mitad de las clasificadas pudo con la cota, además de Barrios y Sendriuté la archifavorita croata Sandra Perkovic (63.62), la china Jian Tan (63.21), la alemana Nadine Müller (63.16), y la francesa Melina Robert-Michon (63.16).

Bien por las nuestras, invitadas todas al festín entre 26 discóbolas inscritas.

Definitivamente el tendón rotuliano derecho de Leonel aún no está del todo recuperado, de haber sido así hubiese superado con creces los dos metros en el salto de altura y el margen cedido producto de su definitivo 1.90 en esa prueba hubiese sido mucho menor. Tras la primera jornada se antoja demasiado la distancia que lo separa de los puestos de privilegio, más de 400 puntos, de ahí que tendrá que salirle todo perfecto en los 110 con vallas, el disco, la pértiga, la jabalina y los 1 500 metros. Detrás quedó el hectómetro (11.07 segundos-845 unidades), el salto de longitud (7.33 metros-893), la bala (14.20-741), la mencionada altura (1.90-714) y la vuelta al óvalo (48.21-899). Escoltan a Eaton entre los ocho de vanguardia, su coequipero Gunnar Nixon (4 493), el germano Michael Schrader (4 427), el canadiense Damian Wagner (4 381), el holandés Eelco Sintnicolaas (4 314), los también bávaros Rico Freimuth (4 296) y Pascal Behrenbruch (4 258) y el sudafricano Willem Coertzen (4 257).

Eso sí, ni siquiera Eaton tiene una segunda fecha como la de Leonel.

LAS DE ARENA EN EL SACO…

Exigieron poco, más bien saltaron poco los protagonistas de la pértiga, condición en la que lamentablemente no se incluyó el cubano Lázaro Borges. Al submonarca de Daegu 2011 (5.90) le falló su carrera, no se le vio con esa soltura habitual, ni esa confianza para presentar su garrocha y desafiar la altura de 5.55 metros, en definitiva la que rebasaron los 13 finalistas. Borges, junto a otros 16 competidores, permaneció en el plano gris, de los olvidados, sin penas ni glorias en la capital moscovita, discretos a tono con sus 5.40. En el otro extremo de la ruta el francés Renaud Lavillenie y el checo Jan Kudlicka, ambos dueños de 5.65. ¿un dato curioso? El hermano de Lavillenie, Valentin, también se hizo de un boleto con 5.55.

De Roberto Janet en lo particular ni los especialistas, ni yo, esperábamos su avance. Su año competitivo pudo catalogarse de mediocre. Incluso de haber sus 76.75 precedentes hubiese avanzado octavo, pero el martillista persiste por ahora en el plano de eterna promesa desvanecida a la hora cero. Aquí el césar llamado Krisztian Pars tuvo lo suyo, puntero con 79.06.

Apenas 19 centésimas, ese es el lapso que dura apenas accionar el mouse o el teclado de una computadora, para Andy González pesará como una eternidad, sobre todo si se conoce que a ese intervalo estuvo de acceder a las semifinales de los 800 metros, pero la vida en ocasiones es ingrata, y de esa ingratitud fue víctima el capitalino en el tercer heat más exigente de las preliminares.

Simplemente sus 1:46.80 minutos no bastaron para continuar en la andadura mundialista como parte de un pelotón de 24 corredores comandados por el etíope Mohammed Aman (1:44.93).

El estadio Luzhniki comenzó a dejar huellas, los récords, inmaculados por el momento, las expectativas in crescendo, yo, al igual que muchos, estaré envuelto en una batalla campal con Morfeo hasta el domingo. Muchos manjares, apetito y nada que perder. Esperemos que los nuestros se inscriban con esas letras de gloria llamadas preseas.

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