Oswaldo Guayasamín, el hombre más noble

Oswaldo Guayasamín, el hombre más noble
Fecha de publicación: 
7 Julio 2013
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Guayasamín, uno de los más grandes pintores latinoamericanos, fue amigo personal de importantes intelectuales y estadistas del mundo progresista, y retrató a algunos de ellos, como Fidel y Raúl Castro, Francois y Danielle Mitterrand, Gabriel García Márquez, Rigoberta Menchú, entre otros.

El pintor y escultor ecuatoriano fue poseedor de un estilo propio a base de la conjunción de escuelas como el impresionismo, el cubismo y el muralismo mexicano, así como de una amplia conciencia social.

Sus obras reflejan la miseria que soporta la mayor parte de la humanidad y denuncia la violencia que le ha tocado vivir al ser humano en el Siglo XX tras las guerras mundiales, las guerras civiles, los genocidios, los campos de concentración, las dictaduras y las torturas.

Nacido en Quito, capital de Ecuador, el 6 de Julio de 1919 y graduado de Pintor y Escultor en la Escuela de Bellas Artes de Quito, realizó su primera exposición cuando tenía 23 años, en 1942.

Fue acreedor de Premios Nacionales y en 1952, a los 33 años, ganó el Gran Premio de la Bienal de España, y más tarde el Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo. Recibió varias condecoraciones oficiales y doctorados Honoris Causa de Universidades de América y Europa.

Realizó unas 180 exposiciones individuales y cuadros de caballete, murales, esculturas y monumentos. Sus murales se encuentran en los Palacios de Gobierno y Legislativo, Universidad Central, Consejo Provincial de Quito; en el Aereopuerto de Barajas en Madrid (España); en la sede de la Unesco en París (Francia), en el Parlamento Latinoamericano en Sao Paulo (Brasil).

También realizó monumentos entre los que destacan: A la Patria Joven (Guayaquil, Ecuador) y A La Resistencia en Quito.

Sus últimas exposiciones las inaugura personalmente en el Museo del Palacio de Luxemburgo en París (Francia) y en el Museo Palais de Glace en Buenos Aires (Argentina), en 1995.

Antes de fallecer estaba trabajando en su obra cumbre, denominada La Capilla del Hombre, a once años de su inauguración -aún en construcción en Quito- es uno de los más grandes proyectos, una gran construcción de dos plantas con un cono de bronce, inspirada en el Templo del Sol construido por los Incas.

Se trata de un conjunto de edificaciones que pretende evocar la historia americana, de México a la Patagonia, y desde la época precolombina, representada fundamentalmente por las culturas maya-quiché, azteca, aymara e inca, hasta la actualidad.

Falleció el 10 de marzo de 1999, a los 79 años.

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