Brasil campeón, estalla el Maracaná

Mucho tiempo esperaron los aficionados brasileños para poder festejar un título importante de su selección nacional, pero hoy finalmente llegó el día.

Al ritmo de la samba, más de 70 mil de los aficionados reunidos en el mítico estadio Maracaná estallaron finalmente cuando culminó el partido por el título de la Copa Confederaciones, con histórico triunfo de 3-0 sobre España.

En medio del encuentro se hicieron sentir los cánticos al estilo de: íEl campeón volvió!, o ¿Quieres jugar?, Brasil te va a enseñar.

Era el reflejo de lo que sucedía sobre el césped, donde los favoritos españoles, campeones del mundo y dos veces de Europa, eran avasallados por una joven selección brasileña que recuperó el favoritismo para el Mundial que acogerán el próximo año.

En medio del choque estallaron petardos en diferentes puntos de la Ciudad Maravillosa, pero esta vez no para protestar, sino para festejar.

La tensión fue subiendo en el momento de la entrega de medallas, matizada por los abrazos y besos de los aficionados al paso de jugadores y técnicos por la escalera hacia la tribuna presidencial.

El ambiente futbolero que poco a poco fue adueñándose de esta urbe al mismo tiempo que su equipo ganaba en solidez, estalló al fin cuando Thiago Silva levantó el trofeo.

Una nube de papeles dorados inundó el Maracaná, y se multiplicaron las explosiones de fuegos de artificio.

Los locales se llevaron también el trofeo al mejor portero (Julio Cesar), la bota de plata (Neymar) y la de bronce (Fred) a los máximos goleadores, y el primer (Neymar) y tercer (Paulinho) premio de mejor jugador de la lid.

Lo demás, todo el mundo lo intuye, durará hasta el amanecer, porque hoy en Río casi nadie dormirá.