Cuando el volar sobre vallas se torna pantanoso

Cuando el volar sobre vallas se torna pantanoso
Fecha de publicación: 
28 Junio 2013
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Ética y carrera de 110 con vallas, para muchos pudiera parecer de orates esta relación, pero créanme que para Dayron Robles y Orlando Ortega no. Aun cuando el centro de las miradas lo constituía la presencia de los pertiguistas Yarisley Silva (4.72 metros plateados) y Lázaro Borges (5.52, séptimo), el jabalinista Guillermo Martínez (igualmente segundo con 84.39) y la martillista Yipsi Moreno (71.27 y cuarta), las declaraciones realizadas por el explusmarquista universal guantanamero (12.87) a la Agencia Francesa de Prensa le adicionaron otro capítulo al melodrama en torno al presente y futuro de Cuba en dicha modalidad.

Dos piedras de peso extremo en un conflicto que a mi juicio tiene génesis y expresiones diversas, pero que parte de una realidad inobjetable: nuestro movimiento deportivo, o los decisores e instituciones que lo rigen más bien, deben ser revisados. Ese distanciamiento que hoy sufrimos, lejos de contribuir al desarrollo, resquebraja su salud, y constituye pie forzado para fenómenos como el que en este minuto nos atañe.

Dayron debate su futuro competitivo y posible presencia en Mundiales y Juegos Olímpicos por otra nación que no sea Cuba, presumiblemente Francia, luego de que hace una semana llegara a un acuerdo con la sección de atletismo del AS Mónaco, el club de fútbol que ha realizado grandes fichajes, incluido el colombiano Radamel Falcao, por lo que las miradas se dirigieron nuevamente hacia él como principal atractivo en Reims, su segunda carrera de la actual temporada, tras su debut de 13.82 segundos, a título personal, el pasado 8 de junio en el Memorial Primo Nebiolo de Turín.

Ese fue el detonante: su “comportamiento” fue considerado una indisciplina, falto de ética, y Alberto Juantorena, titular de la Federación cubana, envió una carta a la IAAF alegando que al solicitar su baja de nuestra selección nacional, Robles perdía su derecho de correr en representación de Cuba.

“Ningún atleta podrá participar en competencias internacionales, al menos que esté afiliado a un club o a la federación del país”, comentó apegado al Reglamento Oficial del organismo rector atlético Juantorena. El también vicepresidente del INDER, ahondó: “No obstante, si así sucediera, no podría de todas maneras acudir a ningún campeonato o juegos mundiales, panamericanos o regionales, hasta que transcurran dos años o posea entonces la ciudadanía de otro país”.

Sobre obstáculos movedizos…

Dayron solicitó su baja de nuestra escuadra de manera “normal”. Sucede que muchas otras figuras de relieve del campo y pista antillano igualmente lo hicieron al comenzar el nuevo cuatrienio, y ni siquiera es algo que atribuyo a la presencia del nuevo comisionado Jorge Luis Sánchez, en mi percepción fue algo así como el efecto dominó… acumulación de discrepancias, incomprensiones, desmotivación, nublaron la mente de esos atletas y en alguna medida forzaron su proceder. Hoy incluso, me atrevería a decir que pende de un hilo la permanencia de Orlando Ortega en nuestra selección elite, luego de la sanción que le fuera impuesta, producto de la indisciplina cometida por él y su mentor Kelvin Antúnez, al no presentarse en el Challenge de Moscú. ¿Perderse un mundial, en un año en que su 13.08 de marca personal presagiaba para el artemiseño de 21 abriles la seria opción de una presea en la propia cita mundialista de la capital rusa? Es cierto, todas las cuestiones alrededor de ese capítulo no están esclarecidas aún. El no haber podido hablar con Ortega y su mentor hasta este minuto, y la negativa del propio Sánchez a ofrecer mayores detalles, atentan sobremanera. Como también lo es el hecho de considerar drástica en demasía la medida adoptada, al menos en mi criterio.

Justo las mismas arenas movedizas que aún persisten en el caso Dayron. ¿Qué móviles lo llevaron a renunciar, cuando aún hoy declara que no gustaría de competir por otra bandera que no fuera la cubana? Otra fisura en ese terreno para nuestro deporte, una que viene lastrando resultados, preseas, desde hace más de dos décadas.

Ciertamente, Cuba es una tierra dadivosa en materia de deportistas. Su formación y evolución los compromete a representarnos dignamente en cualquier escenario llegada su madurez, pero ojo. ¿Quién duda que la casi totalidad de nuestros atletas diseminados por el mundo no persisten en el afán de defender a su patria en cualquier confrontación a nivel de naciones? En lo particular, yo no, como tampoco dudo el hecho de que estamos urgidos de hacer ajustes en nuestra dinámica, potenciar cierta apertura al cambio de mentalidad, y repito, sin que esto acarree renunciar a la esencia de nuestro movimiento deportivo.

 

Rolando Urios (balonmano), Andrés Gibbert y Lázaro Borrell (baloncesto), Jesús Pérez (polo acuático), René Arocha y otros muchos (béisbol), Ángel Dennis, Osmany Juantorena, Robertlandy Simón y compañía (voleibol), Niurka Montalvo, Yamilé Aldama, Yurisel Laborde (judo), Yoel Romero y Alexis Rodríguez (lucha), Joan Lino Martínez, Jennifer Frank Casañas y otros tantos (atletismo).

En fin, una lista casi interminable que halló refugio en las disciplinas colectivas, pero que fue propagándose a deportes de tiempo y marca, de combate, en fin.

Y lo peor es que intuyo que si algo no hacemos pronto, la lista seguirá incrementándose. Por ahora llamo a todos, implicados en mayor o menor medida, y adeptos al apasionante mundo del músculo, a reflexionar.

Miles de kilómetros de distancia separan a Dayron Robles de su tierra. Me cuesta pensar que en su interior no lo embargue una sensación enorme de nostalgia, y que sus palabras a la AFP carezcan de un verdadero sentido de identidad: "No voy a cambiar de nacionalidad, voy a tener una nueva, tal vez. Mi nacionalidad cubana no la cambio, de hecho no la pierdo, quizás en algún momento de mi vida tenga que tener alguna otra nacionalidad para competir. En este mundo de las altas competiciones, hay que representar a una federación. Y si Cuba no quiere, pues…”.

Claro, que tampoco la cuestión es en blanco y negro, ni Dayron tiene un único rol de doliente o víctima en este asunto. Si bien desde el 2009 en su cadena se desencadenaron una serie de escollos, tanto en el plano físico como en el psicológico, me atrevería a decir, también lo es el hecho de que su partida transcurrió por causas de voluntad propia, sin ninguna presión por parte de nuestras instituciones, enfrascadas en retenerlo en nuestras filas más bien, amén de desavenencias anteriores y tratamientos desacertados. No hablo de héroes y villanos en esta historia. El fenómeno trasciende ese enfoque. Hablo más bien de análisis, lograr que la relación deportista-ente rector adquiera una dimensión justa, equilibrada, a tono con los tiempos actuales y nuevos conceptos, en fin… No quisiera, como nadie, de esto estoy completamente seguro, que en un futuro se repitieran palabras como estas:

"Salí de la selección cubana, pero nunca abandoné al pueblo de Cuba. Nunca voy a dejar el país que me vio nacer y me hizo como atleta. Una cosa no tiene nada que ver con la otra", confío en que esa afirmación no sea sino un parapeto de su nueva condición. Por ahora, tanto para él, como Ortega y otros, el volar sobre obstáculos de cualquier índole se torna en extremo pantanoso.

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Comentarios

ESTO ES MUY LAMENTABLE SI SOMO DEPORTISTA POR QUE NO SE HACE PRIMERO DEPORTE, NO TRONCHEN LA CARERA DE NADIE POR ASUNTO DE NACIONALIDADES, PUES EL CUBANO SIEMPRE ES CUBANO.
Por que el Gobierno Cubano/INDER/Federación de Atletismo no pueden perdonar los errores cometidos por Robles y Antunes?<br />Equivocarse es de humanos, y rectificar de sabios.<br />Parafraseando, debemos matar a las causas por la que se equivocan los hombres y no a los hombres que se equivocan. <br />En este sentido el Gobierno/INDER han rectificado la política de estimulación económica en los deportistas, es decir hoy hay un contexto mas justo que en el momento del abandono de Dayron y Antunes. <br />Se hubiesen equivocado ayer ellos, de existir las reglas económicas de hoy?<br />La voz del pueblo importa?<br />Invito al responsable de esta web a publicar el por ciento de cuantos deseamos el retorno de Dayron y Antunes.<br />Admiro a Juantorena y Richards, por lo que fueron y lo que son, pero sus posturas radicales e inflexibles no están ayudando en estos momentos al deporte cubano.<br />Quien puede hacerlos cambiar? El Consejo de Estado o el Papa?<br />Yo quiero a ver a Robles y Antunes defendiendo nuestra bandera en la próxima olimpiada, pero para que lo hagan bien tenemos que rehabilitarlos ya!<br />Dr Alberto Morales Salinas<br />Cardiocentro VC, albert@cardiovc.sld.cu

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