España sigue a la cabeza de Europa en abandono escolar

El abandono escolar a menudo tiene un impacto socioeconómico para los que dejaron sus estudios que se refleja en una mayor probabilidad de desempleo, consumo de drogas y alcohol y de desarrollar problemas de salud física

El número de jóvenes que abandonaron sus estudios en España bajó ligeramente en 2012 pero sigue siendo el país de la Unión Europea con mayor tasa de abandono escolar, mostró el jueves un estudio.

En el conjunto europeo son cada vez menos los jóvenes que abandonan sus estudios, una tendencia que también se ha notado en España, donde el abandono ha caído un 1,6 por ciento al 24,9 por ciento, todavía muy lejos del objetivo del 15 por ciento para 2020.

España se sitúa aún por encima del 22,6 por ciento de los malteses, el 20,8 por ciento de los portugueses o el 18 por ciento de los italianos.

El estudio de Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea, mostró que el 12,8 por ciento de los jóvenes europeos dejó sus estudios de secundaria en 2012, frente al 13,5 por ciento del año anterior.

Los países con menores tasas de abandono fueron la República Checa, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia, todos ellos con una tasa inferior al 6 por ciento.

El abandono escolar a menudo tiene un impacto socioeconómico para los que dejaron sus estudios que se refleja en una mayor probabilidad de desempleo, consumo de drogas y alcohol y de desarrollar problemas de salud física y mental más adelante en su vida, según investigadores.

Para combatir el problema, la UE tiene como objetivo reducir la tasa de jóvenes que abandonan los estudios por debajo del 10 por ciento para 2020.

En un momento en el que Europa lidia con una profunda crisis económica que, a largo plazo, sólo se resolverá con un crecimiento más alto y un empleo más productivo, mantener a los jóvenes en el sistema educativo para mejorar su educación se ha convertido en una prioridad.

Esto se extiende a la educación universitaria, para la que la UE espera alcanzar un nivel del 40 por ciento para las personas de entre 30 y 34 años para 2020.

Este objetivo ya se cumple en Finlandia, Irlanda, Lituania y Luxemburgo.