Venezuela: Bigotes rumbo a Miraflores

La agresividad de Washington y sus aliados locales en Venezuela se recrudece provocadoramente cuando las fuerzas chavistas exhiben sólidas muestras de unidad, apoyo y energía.

En multitudinarios actos electorales, Nicolás Maduro ha manejado de forma creadora el mejor de sus discursos: la  obra de la Revolución que él continuará por encargo de Hugo Chávez.

Frente a ello la actividad desplegada por la derecha con el apoyo del Norte se sitúa en un segundo escalón, y el saldo de las encuestas sigue inclinando la balanza a favor de los chavistas.  
         
Al parecer las razones de los más agresivos enemigos de la Revolución bolivariana para archivar su primera variante desestabilizadora y acudir a otra mucho más beligerante y aventurera.

Señal de esto último se ha manifestado desde hace días a partir de acusaciones formuladas por Maduro sobre un plan capitaneado desde Estados Unidos para sabotear el Sistema Eléctrico Nacional.

Junto a ello la infiltración en el país de mercenarios reclutados por la extrema derecha salvadoreña para fomentar un clima de inseguridad que llegue a una agresión contra el candidato chavista.

Al respecto habló este sábado el canciller venezolano, Elias Jaua, durante una entrevista con TeleSur, donde fijó como fuente de sus criterios a investigaciones de los cuerpos de inteligencia.

Hemos infiltrado –dijo- conversaciones de grupos de la derecha para incluir a mercenarios de Centroamérica en actividades de desestabilización en el país.

Luego reveló el control efectuado sobre conversaciones de dos de esos grupos, el primero, subrayó, dirigido por el ex coronel David Koch, y el segundo por Guillermo Cader Acuñe, quienes han venido reclutando soldados para infiltrarlos en la nación suramericana.

Jaua también se refirió al parlamentario salvadoreño Roberto d’Aubuisson, quien fue detectado en una conversación “que presentaremos en las próximas horas.”

Este último ciudadano es hijo de quien fue jefe de los titulados Escuadrones de la Muerte que operaron en El Salvador años atrás, acusado de asesinar en 1980 al arzobispo Oscar Arnulfo Romero.

Resulta curioso que la financiación de estos mercenarios se lleve a cabo en El Salvador, territorio muy empleado por el terrorista continental de origen cubano Luis Posada Carriles para residir y concebir sus fechorías.

No es posible olvidar que en el año 1967 fue enviado por la CIA como “asesor de seguridad” de los servicios secretos de Venezuela, donde estableció amplias relaciones con su extrema derecha.

The New York Times afirmó el 24 de octubre de 1976 que ingresó a esa agencia de espionaje en 1961, y desde entonces se movió con varios seudónimos, entre ellos Ramon Medina, Bambi, y Franco Rodríguez Mena.

Estuvo vinculado a un plan de atentado contra Fidel Castro cuando visitó Chile en 1971, y gracias a Posada implicados recibieron documentación falsa como integrantes de la televisión venezolana.

De Caracas partió el avión civil cubano con 73 personas a bordo que volaron en pleno vuelo, tal y como planearon Posada Carriles y Orlando Bosch Avila.

Las pruebas fueron tan contundentes que los enviaron a prisiones venezolanas, pero más tarde “fugaron”  a Posada y lo trasladaron a El Salvador, territorio que se convirtió desde entonces en su refugio y bases de operaciones.

Allí reclutó a mercenarios salvadoreños que colocaron bombas en hoteles y otros centros turísticos de La Habana, con el saldo de un muerto, el joven italiano Fabio Di Celmo, y varios heridos.

El 15 de noviembre de 1997, The Miami Herald publicó el resultado de una investigación que hizo respecto al papel desempeñado por los referidos mercenarios, y una de sus conclusiones decía que el “cerebro” de estas acciones resultó ser Luis Posada Carriles, quien recaudó 15 000 dólares en Miami.

Una cosa va resultando cada vez más evidente, como ha denunciado Caracas, en su contra Washington ha montado un complot internacional que tiene muchas cabezas, las principales con sede en la capital de Estados Unidos.

Lo otro es que van saliendo a la luz un conjunto de personajes que dan fama al hampa política de la región y que bien merecen un mayor seguimiento periodístico. Ahora solo empezamos.

Junto a ello flota un detalle: ya no podrán evitar que el símbolo de unos bigotes agitado en impresionantes actos multitudinarios llegue a Miraflores.