Silvio Rodríguez: «Fidel Castro, un maestro de humanismo»

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Silvio Rodríguez: «Fidel Castro, un maestro de humanismo»
Fecha de publicación: 
3 Abril 2013
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Las promotoras de conciertos Evenpro y Ariel Rivas Entertainment anunciaron, un par de meses atrás, una fecha con el artista cubano, el viernes 12 de abril, en el estadio Ricardo Saprissa, en Tibás.

Adicionalmente, se dio a conocer que en el magno concierto también se presentará la banda costarricense Malpaís, que no ha hollado un escenario desde noviembre del 2011, luego de la muerte de su cantante y líder, Fidel Gamboa.

Las razones sobran para afirmar que la celebración a la música que se vivirá en el estadio Saprissa, el segundo viernes de abril, será –indudablemente– suntuosa.

Previo a la esperada fecha, Viva conversó vía electrónica con Silvio Rodríguez, quien amablemente respondió preguntas sobre su carrera, su ideología y el género musical que ayudó a engendrar.

A sus 66 años, y con casi cuatro décadas de carrera artística, a Silvio se le percibe igual de genio que siempre, impetuoso, consecuente, respetuoso y pletórico de vida.

Sus ideales, intactos. Sus razones, claras. Sus motivos, auténticos. Sus palabras, inspiradoras.

Usted es uno de los fundadores de la nueva trova, que surgió en un momento histórico como una valiosa forma de protesta. ¿Cuáles cree que han sido los cambios más sustanciales que ha sufrido la trova durante todos estos años?

La nueva trova es la consecuencia de la tradición trovadoresca cubana, que nos viene desde mediados del siglo 19, y de la circunstancia de la revolución, que empezó en 1959. La generación llamada así la integramos trovadores que surgimos durante los primeros 10 años de la Revolución, lo que marcó nuestras vidas y por supuesto nuestro canto.

“Por ejemplo, la campaña de alfabetización de 1961 nos hizo ver que un pueblo más culto necesitaba una canción más como arte que como sonido de fondo para darse tragos. Por eso pudiera decirse que la nueva trova fue parte de una revolución en la vida y en el canto.

Desde el punto de vista de contenido, ¿cómo ha evolucionado este género musical?

La nueva trova no es un género, es una manera no complaciente de asumir la canción y la relación público-cantor. En Cuba se han seguido sucediendo promociones de trovadores, después de la nuestra, y cada etapa tiene sus propias características, su forma de vivir y expresar las cosas. Si hay algo en común es la guitarra y la necesidad de una poética.

¿Cree que hoy se trata de una forma de protesta emocional, más que social? ¿Cómo explicaría esa evolución? ¿Le gusta el cambio?

Ayer y hoy –y presumo que mañana– han convivido diversas formas de expresión. La variedad hace más ricos e interesantes los panoramas culturales. En todas las culturas, vemos una zona que defiende lo primigenio y otra que se lanza hacia delante. Las dos verdades son necesarias y se retroalimentan.

¿Qué frutos ha recogido con sus giras por los barrios de Cuba?

Más que nada ver la alegría de la gente, verles cantar, poder llevarles un tributo a los que trabajan, estudian, luchan y sobreviven.

¿Cuáles son los cambios que ha visto atravesar a Cuba durante todos estos años y con sus diferentes cambios políticos? ¿Es la misma Cuba de siempre?

Ahora Cuba está entrando en una etapa económicamente más realista, que tiene sus riesgos, y que yo creo imprescindible para que avancemos. Por eso apoyo las perspectivas que comienzan. Todo esto sin renunciar a la Cuba soberana, latinoamericanista y solidaria, de cara a los más necesitados, que siempre hemos sido.

¿Cómo ve el panorama del país ahora, con la figura de Raúl Castro? ¿Tiene Raúl ese valor de la necedad que usted estima?

Después de medio siglo de agresiones de todo tipo, y de bloqueos, que nuestro Presidente diga que su primera función es defender y mantener el socialismo es un pronunciamiento muy valiente y que merece apoyo.

¿Qué le dejó la Revolución?

La conciencia de que hay que pronunciarse, además de sentir, por los pobres, por los olvidados, por quienes merecen amor.

¿Cuál es su relación con Fidel Castro?

Desde que yo era niño lo vi como a un maestro de humanismo. Todavía lo veo de esa forma.

A raíz de las transformaciones políticas en Cuba, cómo siente que se está expresando la música ahora en ese país? ¿Han sufrido cambios los músicos (que aún viven en Cuba) con respecto a su forma de expresarse? ¿Esos cambios los evidencian las letras de sus temas?

En Cuba se canta de todo. Hay muchachos, sobre todo del hip-hop, muy contestatarios. Por otra parte, las escuelas de arte garantizan que nuestros artistas sean de óptima calidad, aún los que mimetizan ciertas modas musicales involutivas. La necesidad de cambios también ha llegado a mis canciones. Muestras de esto las puede encontrar en muchas viejas canciones, y más recientemente en mi álbum Segunda cita.

Ya que estamos. ¿Qué impulsó ese cambio radical que tomó su obra desde Expedición?

Cuando llegué a Expedición sentí que ya no estaba donde antes y traté de expresarme en consecuencia.

¿Sigue sintiendo la misma conexión con los jóvenes que antes?

En general me siento más conectado con los jóvenes que con los viejos. Pero no con todos los jóvenes, como tampoco me siento distante de todos los viejos.

Volverá a dar conciertos junto a Luis Eduardo Aute, después de muchos años. ¿Cuáles son sus expectativas de cara a esas fechas?

Eduardo y yo queremos, pero todavía los representantes están poniéndose de acuerdo; ya veremos cuando salga el humo blanco.

Hace algunos años regresó a Estados Unidos. ¿Cómo respalda el hecho de que usted, con sus letras e ideologías, vaya a dar conciertos en la casa del capitalismo?

¿Eso querrá decir que los artistas de países capitalistas tampoco debieran cantar en los países socialistas? Todo eso me huele a la más recalcitrante “guerra fría”.

¿Qué podemos esperar de su concierto en Costa Rica?

Música, mucha música, gracias a los extraordinarios músicos que me acompañarán, y dios quiera que alguna poesía.

¿Qué recuerdos tiene de los conciertos que dio en Costa Rica en 1989, y del país en general? Existe una gran emoción en el país por su próxima visita.

Recuerdo que caían aguaceros después del mediodía, y también que fueron los últimos conciertos que hice con la banda Afrocuba. Yo también me siento muy gustoso de regresar a Costa Rica.

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