Cuenta secreta de ex ministro francés desata escándalo político

Como un escándalo político de incalculables consecuencias para el gobierno francés califican hoy aquí diversos sectores la confesión del exministro de Presupuesto Jérôme Cahuzac de haber mantenido en secreto un depósito bancario en Suiza.

El hombre que tenía en sus manos las cuentas del país, quien conducía la administración fiscal y perseguía a los defraudadores ha devenido, él mismo, un evasor, señala este miércoles el editorial del diario LâHumanité.

Si bien se trata de una falta personal, sus efectos se extienden a muchas esferas de la vida política y social, asegura el rotativo, y lamenta la fuerza que este grave problema pueda dar a las agrupaciones de la extrema derecha para conquistar posiciones.

A mediados de diciembre el portal de internet Mediapart publicó un artículo con la denuncia de que el entonces miembro del Consejo de Ministros había tenido hasta 2010 una cuenta no declarada en un banco suizo y luego habría trasladado esos fondos hacia otro paraíso fiscal.

Cahuzac rechazó la acusación y abrió un proceso judicial por difamación contra el autor del texto y el director del medio.

Durante casi cuatro meses negó sistemáticamente la existencia de la cuenta, tanto ante el Gobierno como en los medios de comunicación, e incluso en la Asamblea Nacional, donde es diputado.

La acumulación de pruebas lo llevó a renunciar a su cargo el 19 de marzo y, finalmente, la víspera aceptó los hechos y reconoció tener 600 mil euros no declarados en el exterior, lo que desató una tormenta política.

Jean-Luc Mélenchon, copresidente del Partido de Izquierda, condenó que Cahuzac aceptara el cargo de ministro de Presupuesto cuando ya tenía una cuenta secreta.

La conservadora Unión por un Movimiento Popular aprovechó para arremeter contra el Gobierno y puso en duda que las más altas autoridades ignoraran hasta ahora la existencia de esos depósitos, mientras que el ultraderechista Frente Nacional lo calificó como un escándalo de Estado.

En respuesta a las críticas, el primer ministro Jean-Marc Ayrault dijo no haber tenido nunca razones para dudar del ya ex titular.

Mientras, en un comunicado publicado en la página del Palacio del Elíseo, el presidente François Hollande afirmó que Cahuzac cometió una falta imperdonable al mentir a todo el país.

El caso tiene un elevado costo político para el ejecutivo en un momento muy delicado, cuando los índices de popularidad del jefe de Estado están al mínimo, advirtió el analista Jean-Christophe Chanut, en el diario La Tribune.

La renuncia del ministro fue muy tardía, precisa Chanut, y recuerda que hasta poco antes de producirse, el mandatario y Ayrault expresaron su apoyo al funcionario.

Cahuzac será procesado por lavado de capitales y fraude fiscal, que son sancionados con penas de hasta cinco años de prisión y multa de 375 mil euros.

Debe demostrar ante los jueces, además, que el dinero depositado en sus cuentas en el exterior es de origen legal.