Vuela alto escuela cubana de ballet en inicio de evento internacional

Vuela alto escuela cubana de ballet en inicio de evento internacional
Fecha de publicación: 
25 Marzo 2013
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La gala inaugural del XIX Encuentro Internacional de academias para la enseñanza del ballet reafirmó el lugar cimero de la escuela cubana hoy en América Latina.

Si el espectáculo se midiera por cantidad de giros, saltos y balances tendría una puntuación de Olimpiada, pero más importante, la organicidad del conjunto entretejió una atmósfera aleccionadora para aprendices y profesionales, el disfrute devino máxima de elegancia en un arte tan estético como el ballet.

La energía y el virtuosismo desplegado por las jóvenes generaciones de bailarines difuminaron el cansancio de dos horas y media de retraso de la función debido a problemas técnicos en el teatro ocasionados por los fuertes vientos de cuaresma.

Maestros y estudiantes de 14 países abarrotaron la víspera la sala Covarrubias del Teatro Nacional, no alcanzaron los asientos pero sobró alegría y corazón en esta gala dedicada al padre de la escuela cubana, Fernando Alonso.

Al formador de incontables figuras de la danza y la enseñanza artística se le definió como gentil, perseverante e inteligente, su asiento en ninguna fila especial, entre el público de familiares de alumnos, habla por sí solo de la humildad del hombre renuente a privilegios.

Muchos acudieron a estrecharle la mano y expresarle inquietudes o gestos de admiración y cariño, mientras el viceministro de cultura de Cuba, Abel Acosta, señalaba ante un micrófono: Maestro, este es el fruto de sus empeños.

Amén de los desperfectos técnicos, varios de los detalles que hacen las grandes funciones según Alonso estuvieron presentes en la puesta del ballet Don Quijote, y no hubo papeles pequeños sino talentos al servicio del arte.

Las jóvenes Chanel Cabrera y Cynthia González se apropiaron del protagónico de Quitry con valentía y una seguridad técnica que ayudó a imprimir belleza al resultado.

De sus compañeros en escena, Francois Llorente y Rafaél Quenedit, no podría decirse menos, arrojo y emoción hasta en los pasos más complejos y cada uno concedió matices interpretativos propios al personaje de Basilio.

El desempeño de las parejas confirmó que a veces no importan edades para la superación de ciertos retos.

Además merecen destaque las condiciones exhibidas por Ariel Martínez como principal de los toreros y por Claudia Cristina en el papel de novia, así como la precisión en las ejecuciones de Patricia Piñón y Patricia Santamarina en las escenas del segundo acto del célebre clásico.

Hasta el venidero 6 de abril, profesores y educandos cubanos y extranjeros compartirán clases, conferencias, talleres, ensayos y funciones, con el fin de elevar el nivel de la enseñanza desde la óptica de poner en común, la cual privilegia la unidad como factor imprescindible de fortaleza.

El sentido de intercambiar conocimientos para crecer todos proviene también del ideario de Alonso, que compartió la pedagoga Mirta Hermida, recientemente fallecida, a ella la Escuela Nacional de Ballet dedica este Encuentro.

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