El premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, conocido activista de los derechos humanos, negó este jueves que el nuevo Papa, el también argentino Jorge Bergoglio, tuviera vínculos con la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983. En declaraciones a BBC Mundo, Pérez Esquivel dijo que "hubo obispos que fueron cómplices de la dictadura, pero Bergoglio no".

Desde que ayer, miércoles por la tarde, fuera nombrado nuevo Papa, algunos medios y muchos críticos relacionan a Francisco I (nombre papal elegido por Bergoglio) con desapariciones y torturas durante el gobierno de la Junta Militar de Videla en Argentina.

Esas críticas indicaban que Bergoglio miró hacia otra parte cuando se produjeron las matanzas de los militares y que no hizo nada para sacar de la prisión a dos sacerdotes, siendo él el superior de la congregación de los Jesuitas. "Pero yo sé personalmente que muchos obispos pedían a la junta militar la liberación de prisioneros y sacerdotes y no se les concedía", sentenció Pérez Esquivel. "No hay ningún vínculo que lo relacione con la dictadura", concluyó el Nobel de la Paz.