Frida Kahlo renace en los ojos de Ulises

Paradigmática, singular, la pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954) parece renacer en la obra teatral creada por el dramaturgo Ulises Rodríguez Febles, esta vez bajo la piel de una cubana de estos tiempos encarnada por la popular actriz Mariela Bejerano.

Así lo confirma el estreno en la ciudad de Matanzas, ubicada a unos 100 kilómetros al Este de La Habana, de la pieza teatral Frida, yo soy María, con puesta en escena y dirección de su autor, en ocasión de la XXII Feria Internacional del Libro Cuba 2013.

“La primera motivación para escribir sobre Frida fue su intensa vida como artista y ser humano -rememoró Rodríguez Febles-, así como determinados pasajes de su biografía que me impactaron como escritor, por lo que decidí reflejar su figura a partir de un diálogo entre diferentes temáticas, personajes e historias.”

“Es por ello que surgió la idea de vincular a Frida con una pintora cubana ficticia que se debate constantemente obsesionada con la figura de la artista azteca y su creación, por eso trazo un diálogo entre ambos personajes, una dualidad a modo de contraste entre ambas mujeres”, explicó Ulises.

Concebido para una galería, el espectáculo puede presentarse también en espacios múltiples, debido a sus características como instalación o performance, en la que se integran también las artes plásticas y predomina la visualidad a partir de las obras que tienen a la figura de Frida como motivo.

Propuestas de los matanceros Adán Rodríguez, Frank D. Valdés, Cruz Mar, Junior Salomón y Laura Rokha, crean una suerte de muestra expositiva que exhibe el quehacer de los jóvenes con respeto a su individualidad estética, conjugada con el trabajo actoral.

“Aunque el estreno mundial de la pieza corrió a cargo del grupo Vital Teatro en 2007 durante el evento Frida y Diego: voces de la tierra, que se efectuó en la capital cubana, esta nueva puesta se basa en mi visión como autor y refleja la incomprensión del mundo del artista como metáfora”, afirmó Febles.

“Retomarla, enriquecida con elementos que la hacen diferente, es cumplir un sueño no realizado hasta ahora y un compromiso con el público que llega, enhorabuena, como parte de las propuestas culturales que por estos días ofrece al público la XXII Feria Internacional del Libro en Matanzas”, agregó el también director de la Casa de la Memoria Escénica ubicada en la urbe yumurina.

Lo cierto es que Frida, yo soy María, refleja la constante lucha de cada artista por mantener su propia identidad creadora ante cualquier influencia estética que pueda proceder de diferentes autores, épocas, estilos o tendencias,  como un texto conectado con la realidad cubana, lo que favorece la comunicación con los espectadores.