Cada oveja con... quien la quiera

Cada oveja con... quien la quiera
Fecha de publicación: 
14 Febrero 2013
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Cuántas veces no hemos escuchado frases como: la suerte de los feos la desean los bonitos, el destino nos reserva algo especial para todos, lo que vale son los sentimientos, lo esencial es invisible a la vista y el dinero no lo es todo en la vida, entre otras expresiones cotidianas.

¿Serán ciertas todas estas ideas o no son más que una especie de consuelo para los menos afortunados físicamente?

Desde temprano, enamorados

 

La obsesión por el peso corporal, la baja autoestima, la poca seguridad y confianza en sí mismos, el afán de querer parecerse a las estrellas del momento, la sobrevaloración de las posesiones económicas y otras cuestiones, son algunos de los elementos que suelen golpear con puños de acero a la juventud en la actualidad.

En busca de respuestas, este reportero salió a las calles cubanas en pleno mes del amor y la amistad con unas ansias inmensas de develar verdades ocultas y aclarar viejas ideas en torno al tema.

Ella es blanca, él es negro, qué bonitos son los dos

Un sondeo efectuado a un grupo de muchachos con edades comprendidas entre los 15 y 25 años, con diferentes entornos de vida y con modos de actuar distintos, sirvió como código de acceso a este laberinto de opiniones.

Como resultado de este acercamiento, salió a relucir que el 50% de los encuestados ubica al plano físico como elemento principal al elegir a una persona para compartir una relación amorosa.

Sin embargo, otros reflejos se evidencian en medio del estudio realizado, al hallar un 40% que apuesta por los sentimientos y cualidades éticas y morales, como requisito indispensable en dicho proceso.

Menor en cantidad, resultó el 10% restante. Este grupo acordó equilibrar sus preferencias y ubicarse en un término medio, ni a favor de uno, ni del otro, sino que fusionó los rasgos positivos de ambos o resaltó nuevas aristas a tener presentes antes de tomar la decisión adecuada.

Juicio con culpables

Los iniciadores de este recorrido pisan el suelo de un universo en el que reina la parte externa y tangible de los seres humanos. En medio de este mundo, una cartera llena, unos músculos definidos, un bonito rostro, una joya valiosa, un móvil bien avanzado o un vestido de marca, señalan la diferencia.

Para María de la Paz Fernández García, joven de 20 años, residente en el municipio habanero de 10 de Octubre, la apariencia es fundamental antes de dar el paso al frente, ya que constituye la puerta de entrada a una relación.

El amor no tiene edad

 

«Si a mí se me declara un muchacho que se viste con ropa que no se usa, que no es popular entre los demás varones de mi escuela y que no tiene dinero para invitarme a un buen sitio, la respuesta es un no asegurado», afirmó Sabrina Rivera Alonso, quien cursa el noveno grado de escolaridad y posee 15 años.

Para otros nada de esto influye, sino otros requerimientos. Ariel Guzmán Picasso, alumno de politécnico de 19 años, expresó: «Si estoy con una fea, mis amigos se van a burlar de mí, y eso no es agradable para nadie».

Varias caras de una misma moneda se manifiestan y otras faltan por descubrir en esta investigación, en la que los criterios son diversos y llueven sin parar.

Romanticismos en tiempos de tecnicismos

Existen actitudes que no se han extinguido del panorama juvenil actual. Quedan todavía los que se enamoran en un atardecer, los que lloran con una emotiva película, los que elogian una letra bella en una canción y los que se aman a pesar de todo.

Unises Duménigo Machado, estudiante de preuniversitario de 18 años, es una de ellos, y señaló: «Para mí lo principal radica en que compartamos los mismos intereses y gustos, es decir, que caminemos juntos en la misma dirección».

 

Ella lo prefiere con unas libritas de más

 

Para Carolina Díaz Calás, una joven universitaria de 20 años que vive en el municipio capitalino de Plaza de la Revolución, los detalles en la conquista de una persona conservan un puesto indiscutible. Para ella regalar una flor, dedicar un poema o cantar una serenata, son algunas de las pequeñas cosas que cuestan poco y producen mucho.

Sin embargo, otros opinan que no es nada acertado ir de un extremo a otro, sino hallar puntos medios. Tal es el caso de Rafael Curvelo Gutiérrez, estudiante de 20 años de la facultad de Economía de la Universidad de La Habana.

Este joven apuntó: «En primera instancia, lo sensorial determina el sentirse atraído hacia alguien, pero luego, al tomar una decisión tan importante, hay que poner en la balanza otros elementos. Yo diría que hay un gran porciento físico y otro que tiene que ver con la manera de ver y de actuar ante la vida de cada cual».

Otros, como la joven Elba Varela García, de 21 años, piensan que el gancho se encuentra en la personalidad y la gracia de ese individuo. «Ser simpático ayuda mucho: si alguien te hace sentir bien y te divierte entre tantas dificultades, entonces esa persona vale la pena tenerla a nuestro lado».

Hasta la belleza cansa 

Varios investigadores del capitalino Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Juan Marinello brindaron su visión. 

«Aunque suene tajante, los sentimientos no se observan y hay que dar una oportunidad a esa persona por la que nos sentimos atraídos, mediante un primer acercamiento, el físico», puntualizó Aylin Morgado García, psicóloga del CIPS.

La socióloga Suchely González Oliva realizó una separación en su análisis, al referirse a los adolescentes como individuos de 13 a 20 años y a los jóvenes de 21 a 30 años de edad. Además, destacó puntos claves para entender tal comportamiento en los de menos experiencia acumulada.

El primero de estos, constituye el hecho de que en la adolescencia se elige a la pareja bajo el principio de una buena apariencia física, entiéndase por esto una buena figura, estatura, belleza, y también la popularidad de esa persona entre sus semejantes.

«Mientras que en la juventud, dicho proceso comienza a deslindarse un poco del aspecto visible o físico y a adentrarse en otros principios más relacionados con lo afectivo como: la madurez, la inteligencia, el buen sentido del humor, el éxito, entre otros», destacó González Oliva.

También se refirió al hecho de que ocurre una diferenciación de géneros, al ser las mujeres las primeras en replantearse esto, mientras que los hombres conservan más el criterio de lo físico.

 

Todas estas personas que otorgan un lugar primordial a lo físico en su vida, terminan convirtiéndose en esclavos de sí mismos y adoptan la actitud de que valen según tengan, aseguró la doctora María Victoria Fernández Nin.

 

El avance no cesa y llega al Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), donde la psicóloga Aylin Morgado García realizó nuevas consideraciones.

Según la especialista, los estereotipos de hombre y mujer ideal de cada sociedad y de cada persona desempeñan un papel fundamental en todo este asunto, y también la carencia de un equilibrio entre lo que pensamos como individuo y como ser social. Para ella, en ocasiones, la sociedad dicta una cosa y tus necesidades e instintos buscan otra.

«Aunque suene tajante, los sentimientos no se observan y hay que dar una oportunidad a esa persona por la que nos sentimos atraídos, mediante un primer acercamiento, el físico», puntualizó.

Las consecuencias y el impacto social que traen consigo este tipo de conductas en la juventud cubana actual fueron tratadas por la psiquiatra infanto-juvenil, la doctora María Victoria Fernández Nin. Esta especialista en su quehacer ha diagnosticado a pacientes con trastornos provocados por estas cuestiones.

Según la doctora Fernández Nin, quien labora actualmente en el Hospital Luis de la Puente Uceda, del municipio capitalino de 10 de Octubre, existe una tendencia hoy día entre los más jóvenes que se basa en la jerarquización de lo físico por encima de lo espiritual y que ocasiona la pérdida de valores como la espontaneidad, la humildad e incluso la dignidad, entre otros patrones.

«Los muchachos o muchachas menos agraciados físicamente constituyen las principales víctimas de este suceso. Ejemplo de ello es la obsesión descontrolada en las mujeres de menos edad, actualmente, por estar delgadas, que lleva a muchas de ellas a caer en trastornos mentales tan serios como la anorexia nerviosa», significó la experta.

Para esta especialista, a la larga o a la corta, todas las personas que otorgan un lugar primordial a lo físico en su vida, terminan convirtiéndose en esclavos de sí mismos y adoptan la actitud de que valen según tengan. «Son como pavos reales, aves bellísimas, pero cuando abren el pico, emiten un sonido muy desagradable», manifestó.

Una invitación queda abierta, la de comenzar a comportarnos con mayor madurez e inteligencia. En el préstamo que la vida nos ofrece todo termina, por eso aprovechemos cada minuto y no malgastemos ni un instante en la superficialidad. Ser feo o no vestir con ropa de marca, hoy, no es un delito, ¿y ser inhumano?

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