Jazz Plaza: de lo más clásico a lo más latino

Dos grandes orquestas e igual número de proyectos de pequeño formato colmaron este viernes los aplausos de los asistentes al Teatro Mella de La Habana. El Festival Internacional Jazz Plaza 2012 ha puesto de relieve un número singular de tendencias en el género, signadas por figuras relevantes de la escena musical nacional e internacional.

La velada fue abierta por la Joven Jazz Band que dirige el cubano Joaquín Betancourt. La orquesta nos introdujo en una especial manera de hacer jazz en la Isla: la perspectiva de noveles artistas. Ellos, guiados por Betancourt, hicieron un repaso por estándar insulares del estilo como En nosotros, un tema de Tania Castellanos que interpretó la cantante Zunilda Remigio; y A Puerto Padre me voy -pieza escrita por el desaparecido Emiliano Salvador que bordea los caminos del jazz y el son-, y que en esta ocasión tuvo en las improvisaciones de Sixto Llorente, conocido en los escenarios como “El Indio”.

Pero fue el estreno de Orichas, una obra facturada por el propio Joaquín Betancourt, lo que más llamó la atención. Su autor propone con la pieza un “diálogo entre todos los seres humanos” y para ello nos regaló su visión del sincretismo nacional a través del jazz. Debemos acotar aquí que el uso de la percusión estuvo inmejorable, como también lo fueron los solos de piano, de Jorge Luis Pacheco, y de saxofón, de Michel Herrera.

Si bien la Joven Jazz Band “hurgó” en los entresijos musicales de la cultura afrocubana, los segundos protagonistas de la noche nos dejaron ese sabor latino de un género que nació en el sur de Estados Unidos, pero que ya es universal.

Así lo hizo palpable el pianista mexicano Arturo O’ Farrill, hijo del afamado músico cubano Chico O’ Farrill, quien subió la parada de la velada al proponernos su viaje De Nueva York a La Habana. Y en ese propósito fue seguido por Pablo Menéndez (guitarra eléctrica), Pepe Hermidas (bajo), Orlando Sánchez (saxofón), Danny González (trompeta) y Zacarías O’ Farrill (batería).

Y para quienes deseaban escuchar una propuesta anclada en lo más raigal y clásico del jazz, la Friends University Jazz Band no los defraudó. La orquesta, procedente de Kansas (EE.UU) y dirigida por Lisa Hittle, deleitó a los presentes por su nivel interpretativo del blues y el swing, entre otras vertientes del género.

Como cierre de la jornada nocturna, el pianista cubano Rolando Luna junto a su proyecto, nos mostró parte de ese repertorio que ha dejado estampado en Alucinaciones, el disco que Producciones Colibrí acaba de sacar al mercado, y que lo va consolidando como uno de nuestros jóvenes jazzistas más destacados.