Iván Cámbar duerme en cama de bronce

Iván Cámbar duerme en cama de bronce
Fecha de publicación: 
21 Diciembre 2012
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Iván Cámbar (29 de diciembre de 1983) cerrará el 2012 durmiendo en cama de bronce. Así da fe su metal de ese color en Londres, gracias a biatlón de 349 kg (155-194). Y no es que el sueño sea una actividad que tenga que ver con su personalidad señores. Más bien todo lo contrario. Cada vez que llego al gimnasio de pesas del Cerro Pelado, siempre lo veo debatiendo, aconsejando a sus compañeros, centro del quehacer entre barras y discos, o, por el contrario encima de una bicicleta recorriendo la instalación junto a su entrañable coequipero Yoelmis Hernández.

 

Como pocas veces antes festejará próximamente su cumpleaños. Anclado además en el tercer puesto del ranking universal de los 77 kilogramos, únicamente superado por los fuera de serie chinos Xiaojun Lu 379 (175-204) y Haojie Lu 360 (170-190), oro y plata respectivamente en la ciudad del Big-Ben. Ese palmarés le confiere al granmense natural de Cauto Cristo un “areté” especial.

 

Y no es para menos señores. Si alguien presentó interrupciones en el pasado ciclo olímpico ese fue Cámbar. Quien sufrió en dicho lapso dos intervenciones quirúrgicas en su codo derecho: una previa a los Juegos Panamericanos de Guadalajara y otra a su regreso del Mundial de París, en el que compitió dos semanas después de alzarse con biatlón de 338 kilogramos (150-188) en la cita continental de tierras tapatías.

 

Bien pudiera parecer un cuento de horror y misterio pero es totalmente veraz lo acaecido. Ahora, como lógicamente impone un nuevo comienzo cuatrienal, en su horizonte hay otras aspiraciones.

 

“refrendar su condición de monarca continental, mantenerse en la elite del orbe y, de materializarse el XXXII Manuel Suárez como posible clasificatorio de cara a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014 alzarse en la ciudad de Cienfuegos en el mes de marzo y obtener su pasaporte hacia la geografía azteca.

 

Un recuento de lo acaecido en Londres y el panorama de su condición actual sellaron nuestra plática habitual, como si yo fuera un miembro más de la preselección antillana, uno de esos que a diario repiten junto a él ejercicios, estrategias, y alzadas:

 

“En la competencia londinense me sentí bien. Había aprovechado cada entrenamiento y tanto física como psicológicamente estaba cerca de la forma óptima. El brazo izquierdo se me aflojó en el último movimiento de arranque y me impidió levantar 160 kg, cifra a la que hacía bastante tiempo no le daba, pero luego le di bien a los 190 y 194 de envión”, este último peso a solo dos kilogramos de su marca personal.

 

“Te confieso que en ese momento me dolía todo, la espalda, las piernas (donde concentra su mayor potencia). Pero me decía para mis adentros, no puedes fallar, tienes que darle al peso. Así estuve pendiente hasta el último movimiento del egipcio sobre 197, que en mi criterio se equivocó de estrategia, pues de haber levantado 195 me obligaba a realizar mi tercer ejercicio con ese peso o más. Entonces falló y vi el sueño de tantos años de trabajo materializado”. Antes en Beijing, la vida y sus rivales le jugaron una mala pasada, pues su total, 353 (157-196), superior al de Londres,

 

Apenas le deparó el sexto escaño.

 

¿Cómo cumplimentas la preparación actualmente?

 

Gané la primera categoría al 85 % de mis potencialidades reales. La próxima semana, en los IV Juegos Cerro Pelado, levantaré cercano al 95 %. El trabajo con las piernas es fundamental (cuclillas y arranque con halones), además de los ejercicios de fortalecimiento en la espalda baja y los brazos, codos esencialmente. Como se dice estoy entero.

 

Entero, como lo vimos en la capital británica y en la del estado Jalisco. De esos que no se duerme en los laureles, sí en cama de bronce.

 

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