Marabana: el maratón por excelencia de Cuba

La voz más autorizada para hablar de las 26 ediciones de Marabana, es sin dudas, Carlos Gattorno, gestor del proyecto desde 1987, cuando nadie imaginaba las dimensiones que alcanzaría el maratón por excelencia y de mayor impacto en Cuba.

Un repaso a la historia, a las complejidades de un certamen como este, así como a la repercusión internacional fueron abordados por el presidente del Comité Organizador del proyecto Maracuba-Marabana, quien no escondió sus sueños para el futuro de estas justas.

¿Cuáles son los antecedentes de la carrera de maratón en Cuba? 

“El maratón en nuestro país tiene sus antecedentes en el Andarín Carvajal y su participación en los terceros Juegos Olímpicos de San Luis 1904. Desde entonces hasta la fecha hay nombres e historias que han marcado los maratones como Patricio Larrinaga, Felipe Chaviano, Rigoberto Mendoza, Radamés González y Alberto Cuba, por solo mencionar algunos nombres”.

¿Cómo se gestó el proyecto Marabana?

“En 1987 se hace por vez primera la media maratón de La Habana. La idea viene de un conjunto de personas que nos dimos a la tarea de buscar nuevas opciones de actividades físicas y recreativas para el pueblo. Desde el primer momento estuvimos Alberto Juantorena, Alberto Puig y un servidor, entre otros. Por esa fecha existían las carreras LPV y una competencia muy tradicional desde el Cacahual hasta la Plaza de la Revolución”.

¿Por qué escogieron el mes de noviembre?

“Las fechas de los maratones tienen que ver con muchos factores. En nuestro caso, Marabana coincide con la fundación de La Habana, la proclamación de Patrimonio de la Humanidad y el Día de la Cultura Física y el Deporte. Siempre se pensó en noviembre porque además de esas fechas es un mes agradable desde el punto de vista climatológico para este tipo de carreras”.

¿Cuáles son las mayores complejidades de un maratón?

“Aquel primer equipo que nos reunimos en 1987 había organizado eventos deportivos de otro tipo: béisbol, pesas, boxeo, etc. Pero, sin duda, una de las competencias más complejas de organizar son las carreras por carreteras, por la cantidad de variables que intervienen: tránsito, médicos, aseguramiento logístico, alimentación, etc. Todo ello disperso en 21 kilómetros, donde en un lugar puede estar lloviendo y en otro no. Todo eso unido al número de personas que participan: diferentes edades, motivaciones, personas con discapacidad, etc.

¿Se puede hablar de una mayoría de edad para Marabana?

“Sí, con toda seguridad. El circuito se validó en 1988 y se ha ratificado cada cinco años. Para ingresar a la Asociación Mundial de Maratones y Carreras a distancias hay que cumplir este requisito y desde 1988 lo tenemos.

Hablamos también de una mayoría de edad porque existe una cultura entre todos los que intervienen en la carrera, que van desde los agente del Orden Interior, hasta Comunales, Salud, y por supuesto el sistema deportivo, entre otros.

Desde el punto de vista organizativo la mayoría de edad llegó con el Periodo Especial, pues a pesar de las limitaciones de recursos pudimos darle continuidad y en cada frente frío que nos ha tocado, las personas resisten para darle abastecimiento a los corredores aunque ellas se empapen”.

¿A qué se debe la alta presencia internacional cada año?

“Lo primero es Cuba y lo que representa para el mundo, con un sistema social como el nuestro. Los principios de la Revolución y los logros notables en el deporte, la salud, la educación, el prestigio de nuestro movimiento deportivo. Pero insisto, primero que todo porque es Cuba.

“A Marabana vienen personas como expresión de solidaridad, pero participan también deportistas, científicos, políticos, médicos, y turistas. Estamos hablando de alrededor de mil extranjeros cada año, incluyendo los residentes en Cuba”.

¿Por qué se extendió la idea inicial a Maracuba?

“Una de las razones que motivó Maracuba fue no concentrar miles de personas en un solo maratón, sino tener cientos de eventos que fueran capaces de movilizar millones de personas en sus territorios para correr y hacer deporte, que es también calidad de vida.

No se trata de llegar a 50 mil personas en el Marabana, sino de tener millones de personas en Maracuba y demostrar unidad como país. Eso solo se puede lograr en una nación como la nuestra, con un sistema de cultura física y deporte coherente. Por eso Maracuba y Marabana  son genuina expresión del Deporte para Todos”.

¿En qué contexto internacional se ubican estos maratones?

“No existe en América Latina y el mundo este tipo de maratones. No se organizan carreras simultáneas como Maracuba porque no hay un concepto de unidad y nación como tenemos nosotros. Cada carrera tiene su personalidad propia. Por ejemplo, la famosa Carrera de San Silvestre tiene más de 70 años, pero solo es ahí.

Eso sí, nosotros no hacemos ni haremos nunca inversiones para traer deportistas de la elite mundial que requieren de un financiamiento y piden determinadas exigencias para su participación. Esa es una gran diferencia de Marabana con el resto de los maratones. No ofrecemos bolsas de dinero, sino todo lo contrario, mucho calor humano”.

¿Sueños todavía por realizar en Marabana?

“Soy un revolucionario soñador. Aspiro a tener mejores condiciones para que las personas puedan correr. Tenemos que avanzar más en la eficacia del evento, sueño que se pueda algún día transmitir en vivo por la Televisión y que existan espectáculos culturales vinculados al maratón. Todos debemos tener conciencia de que estos eventos son una fiesta popular y pueden vincularse mucho más proyectos de todo tipo.

Hemos visto con satisfacción que hoy contamos ya con un sistema de maratones, entre ellos el de Terry Fox, el del Programa de la FAO, el que se realiza por el Día Olímpico, y es muy importante que cada territorio tenga su carrera emblemática y estén vinculadas a acontecimientos históricos y sociales porque eso contribuye a la formación de valores”.

¿Duerme tranquilo Gattorno cuando termina Marabana?

“Más que dormir, me quedo pensando en trabajar mejor para el próximo año”.