Sábanas blancas es una canción tangencial para adentrarse en los matices cotidianos de La Habana. Esa imagen musical de la capital cubana, que expresa una pincelada criolla de la realidad nacional, cumple dos décadas de haber sido compuesta. Su autor, Gerardo Alfonso, lo celebra con un periplo por varias localidades de la Isla e incluye en el convite, otro motivo: sus 30 años de vida artística.

“La razón de que ese tema sobreviva, esté latente en el pueblo, me hace celebrarlo y he organizado, con el Instituto Cubano de la Música, una gira pequeña que parte de Ciego de Ávila hasta el Occidente”, dijo el cantautor recientemente a la prensa.

Desde el venidero 20 de octubre y hasta el 4 de noviembre, Alfonso embriagará con su música al público cubano y en el periplo incluirá a Té de Jazmín, un proyecto que lo acompaña desde hace algún tiempo.

“Aprovecho la coyuntura de la gira para presentar a Té de Jazmín. Las muchachas que me acompañan en el grupo se desdoblan y cantan. En los conciertos interpretamos sus canciones y las mías. Los objetivos que perseguimos con ello es que Té de Jazmín en sí mismo, sea un producto cultural y comercial”, explicó Gerardo.

Antes, el cantautor hará una estancia melódica de varios días en Santa Clara. Ofrecerá conciertos en la Universidad Central de Las Villas y en el Memorial al Che Guevara. “El 3, 4 y 5 de octubre estaré allí. El día 5 he sido convocado nuevamente por el ICAP (Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos) para hacer una actividad dedicada a los Cinco Héroes”, anunció.

“El día 8, en el Mausoleo al Che, conmemoraremos un aniversario más de la muerte del Guerrillero Heroico, y junto al grupo Trovarroco haré una nueva versión de Son los sueños todavía”, adelantó.

Gerardo Alfonso señaló que para sus seguidores de la capital también tendrá tiempo. “Pienso hacer alguna cosa en el Astral o en el Centro Cultural Raquel Revuelta, pero todavía no está programado”, subrayó.

Ante la pregunta de cuánto ha tenido que ver Sábanas blancas en estas tres décadas de vida artística, Alfonso afirmó que todas sus canciones le gustan, “las buenas, las malas y las regulares. Hay algunas que solo duran el día que las he escrito, y al siguiente puede que no sirvan, pero todas vienen siendo como mis hijos y les tengo mucha estima.

“Agradezco mucho a Sábanas blancas, pues además de ser una canción que comunica el sentimiento colectivo de los cubanos, es también un tema que me ha ayudado a sobrevivir todas las inclemencias. Porque es muy dura la carrera del artista y los demonios con los que tienes que lidiar. Y cuando ya no tienes fuerzas para seguir, las canciones siempre se quedan flotando y, como un salvavidas, te apoyas en ellas y sigues.

“No se trata de que ella me mantenga en el número uno de ninguna lista, me ha ayudado a permanecer vivo a las épocas y a los vendavales”.

Otra de sus composiciones memorables, Son los sueños todavía, cumple tres lustros. En esos minutos sonoros, Gerardo habla de los sueños y las utopías de un hombre esencial. “La canción que le hice al Che es algo que tenía muy alojado en mí. Casi todas las obras que uno hace son inspiradas en la infancia y en aquella conducta que asumimos nosotros: «Seremos como el Che».

«Son los sueños todavía fue un encargo de la Unión de Jóvenes Comunistas y allí evoqué todos esos sentimientos. Pero como son sentimientos sinceros que vienen de la infancia, obviamente no mueren, siguen ahí.

“La canción sigue teniendo el mismo postulado, la misma profundidad y autenticidad. Sobrevive. Para mí es un tema importante, porque es sincero y va dirigido a las personas humildes, sencillas y desposeídas de vanidades. Ello me ha servido de caballo de batalla. Con él me defiendo en el mundo”.