Dear Kobe

Dear Kobe
Fecha de publicación: 
28 Enero 2020
0
Imagen principal: 

Es una verdad de Perogrullo que el destino es veleidoso. Muchas, pero muchas personas debieron dejar este mundo antes que Kobe Bryant (quizás yo mismo), pero quiso el azar que uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia falleciera con solamente 41 años de edad, víctima de un accidente de helicóptero donde, para mayor desgracia, viajaba también una de sus hijas.

Su carrera deportiva habla por sí sola, y en las últimas horas han sido muchos los caracteres que versan sobre ella, por eso me voy a referir a dos momentos puntuales, en los cuales tuve el privilegio de estar cerca de esta superestrella, que nunca se permitió obnubilarse con sus logros.

El primero fue durante los Juegos Olímpicos de Beijing-2008, en los cuales lideró al equipo estadounidense que recuperó la corona estival, tras el sonado fracaso de Atenas-2004.

Recuerdo especialmente cómo atletas de todo el mundo, y de todas las jerarquías, le “cazaban la pelea” a la hora del almuerzo o la comida para sacarse fotos en el comedor olímpico. Sí, porque Kobe iba a ese lugar público como uno más, y el resto de los mortales, incluidos varios de los deportistas cubanos por supuesto, demoraban sus cenas para poder sacarse la foto con Black Mamba.

El otro momento fue en Brasil, durante la celebración de la Copa Confederaciones de 2013, cuando decidió viajar al gigante suramericano para ver un partido en San Salvador de Bahía, pero luego estuvo en Río para ver un partido entre chicos de las favelas, y fue donde lo vi por segunda y última vez.

En ambas ocasiones, era sorprendente su sencillez, y su talante para soportar el asedio cariñoso de sus seguidores.

alt

Fue una rara avis al jugar toda su vida con una sola camiseta, la de Los Ángeles Lakers, aunque dos números, el 24 y el 8, ambos retirados por la franquicia que viste de púrpura y oro, y que lo convierte en el único en la historia con ese privilegio. Fuera de las canchas, vale la pena echarle un vistazo al cortometraje “Dear basketball”, su carta de despedida, y que mereció un Oscar. De ahí le tomo estas palabras: “Estoy listo para dejarte ir. Quiero que lo sepas para que ambos podamos saborear cada momento que dejamos juntos. Los buenos y los malos.”

Aunque quisiera que lo supieras Kobe, yo no estaba listo para verte partir ahora.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.