Matanzas, por poco
Todo iba viento en popa para Camagüey, ganando nueve carreras por cero en el séptimo capítulo, pero las cosas se enredaron y el choque terminó con la carrera que los podría dejar al campo en el cajón de bateo, por lo que tuvieron que echar mano a Yosimar Cousín, quien supuestamente era el abridor del hipotético sexto juego.
El jovencito de nervios de acero metió el brazo para ponchar a dos de los mejores bateadores de los Cocodrilos con bases llenas y preservar el triunfo de los Toros, que les mantiene con vida y obliga al regreso de la final al Cándido González.
No era lo que quería el mentor Miguel Borroto, que no tenía a Cousín ni siquiera en el bullpen, pero no le quedaba otra opción.
Tampoco era lo que quería Armando Ferrer, quien prefería coronarse ante su público en el Victoria de Girón, pero la reacción de sus pupilos cuando todo parecía perdido es de rescatar, y puede darles ánimo en pos de alcanzar el triunfo que les resta.
Serán ahora dos encuentros en tierra agramontina, de los cuales los matanceros aspiran a imponerse al menos en uno, para levantar el trofeo.
Aunque en finales nunca ha sucedido, sí en otras series eliminatorias se han revertido 1-3, y recuerdo a Ciego contra Las Tunas, y a Villa Clara contra Santiago, por lo que los Cocodrilos no pueden confiarse.
Aparentemente para el sexto desafío la ventaja en el pitcheo está para los anfitriones, que dependerán de Yariel Rodríguez, mientras que los saurios apelarán a Noelvis Entenza, pero el cienfueguero ha reverdecido laureles y si se mantiene así se podría dar otro bonito duelo de lanzadores.
Coincidentemente en ambos planteles quienes se pensaba que fueran las bujías, Erisbel Arruebarruena y Leslie Anderson, no están produciendo como se espera, sobre todo el de la Atenas de Cuba, pero pueden sacar a relucir toda su calidad en cualquier turno al bate, como han hecho de manera esporádica. En definitiva este tipo de choques se pueden definir con un swing, y cualquiera de los dos puede inclinar la balanza de su lado si hacen buen contacto.
Llegar a un séptimo enfrentamiento ya sería la lotería total, y los Cocodrilos tienen que evitarlo a toda costa, pues podrían resurgir maleficios que los han privado del disfrute en los últimos años. Si logran su objetivo, serían además el único plantel de la historia que accede al trono luego de haber sido último en la campaña previa.
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