Prohibición de viajes de estadounidenses a Cuba, viejo asunto

Algunos expertos anotan que desde la administración del presidente Dwight D. Eisenhower (1953-1961) el problema está latente. En 1957 el 21,4 de los turistas estadounidenses que visitaron el Caribe llegaron a Cuba, señalan informes oficiales.

El embate de la administración Eisenhower contra Cuba se manifestó desde el inicio de la Revolución, el 1 de enero de 1959, cuando puso en marcha medidas de coerción económica y agresión contra objetivos en esta isla.

En esa cuerda, el punto más significativo fue la ruptura de relaciones diplomáticas el 3 de enero de 1961, cuando restaban dos semanas para concluir su mandato.

Con la firma de la primera Ley de Reforma Agraria decretada en mayo de 1959, un viejo reclamo de los campesinos cubanos, la Casa Blanca amenazó con la reducción de la cuota azucarera que aplicaría después, la prohibición de inversión privada norteamericana, y la eliminación de todo tipo de ayuda económica.

Como parte de su campaña, el 30 de septiembre de 1960 el Departamento de Estado anunció la recomendación a los ciudadanos estadounidenses de abstenerse de viajar a la mayor de las Antillas a no ser que existan razones apremiantes para hacerlo.

Finalmente, el 3 de enero de 1961 el gobierno de los Estados Unidos anunció el rompimiento de sus relaciones diplomáticas y consulares con el gobierno de Cuba.

Casi dos semanas después el Departamento de Estado señaló que los viajes a la isla eran 'contrarios a la política exterior de Estados Unidos' y por tanto estableció que para hacerlo había que 'obtener pasaportes con autorización especial', que nunca se llegaron a emitir.

Este es el antecedente a las suspensiones de viajes que luego retomaron etapas más actuales, pero con la misma filosofía.

El restablecimiento de las relaciones diplomáticas en 2014 entre Washington y La Habana fue apenas un respiro en la campaña hostil de la potencia norteña, pues la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca cambió el panorama.

Desde entonces, Trump restringió los vuelos, tanto comerciales como chárter, a solo la capital cubana, así como la prohibición total de viajes de cruceros a la isla.

Para los entendidos, el conflicto se genera mucho antes, a fines del siglo XVIII, a partir de una frase emblemática: hegemonía contra soberanía.

Entonces, para sintetizar, en 2015 entran en vigor las medidas anunciadas por el entonces presidente Barack Obama que eliminaron algunas restricciones al comercio y los viajes de ciertas categorías de estadounidenses a Cuba.

Sin embargo, ahora a cinco años de esa fecha, se regresa a un punto muerto con impacto principal, sobre todo, para los turistas estadounidenses, recordatorio de una vieja memoria de barreras.