Cooperación médica cubana, ejemplo de solidaridad humanista

Cooperación médica cubana, ejemplo de solidaridad humanista
Fecha de publicación: 
1 Enero 2020
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Con una amplia historia en la cooperación médica, Cuba ha probado que sus profesionales de la salud son capaces de escribir hermosas páginas de solidaridad humanista y desinteresada en diversos confines de la geografía internacional.

Muestra de ello lo constituye la labor altruista que han edificado en las casi seis décadas los más de 400 mil profesionales sanitarios de la Mayor de las Antillas que han cumplido honrosas misiones en 164 países, en ocasiones a riesgo de sus propias vidas.

Disímiles son los ejemplos de lo que la nación caribeña ha representado para otros pueblos desde que en 1960 envió una brigada a Chile, luego de un fuerte terremoto que causó grandes daños, pérdidas materiales y humanas; y el surgimiento de la colaboración médica cubana en 1963 en la República de Argelia, extendida a pueblos deÁfrica, América, Medio Oriente y Asia.

Se destacan los mil 900 millones de consultas realizadas, casi 14 millones de intervenciones quirúrgicas y la graduación de casi 37 mil profesionales de 149 naciones, lo cual ha generado un amplio reconocimiento de gobiernos, organizaciones y organismos internacionales, pero sobre todo de las poblaciones a las cuales ha brindado ayuda.

Desde 2005, cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz lo creó, el Contingente Internacional Henry Reeve, especializado en situaciones de desastres y graves epidemias, ha cumplido riesgosas misiones de ayuda sanitaria y humanitaria en 21 naciones con 28 brigadas.

Descuella entre estas la participación en el combate contra la epidemia de ébola en África Occidental, donde estuvieron presentes 256 profesionales de la salud que partieron a luchar contra la muerte, pero es digno de admirar que más de 17 mil manifestaron su disposición para integrarse a esa difícil misión a riesgo de sus propias vidas.

Asimismo, el Programa “Más Médicos” para Brasil, ejemplo de colaboración Sur-Sur, permitió asegurar el acceso a servicios de salud a más de 60 millones de personas , de los cuales 45 millones fueron cubiertos por los más de 19 mil colaboradores cubanos que participaron en ese proyecto.

La Escuela Latinoamericana de Medicina, inaugurada el 15 de noviembre de 1999 por iniciativa del líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, ha formado a casi 30 mil médicos de más de un centenar de territorios, donde actualmente están transformando sus comunidades, fruto de la colaboración y, sin dudas, constituye un humano proyectode integración entre los pueblos.

Otro ejemplo lo constituye la Misión Milagro, programa oftalmológico que desde 2004 ha devuelto o mejorado la visión a más de tres millones de pacientes de 35 países de América Latina, El Caribe y África.

No obstante las limitaciones del bloqueo económico, comercial y financiero que por casi 60 años han mantenido los sucesivos gobiernos de Estados Unidos y cuyos costos materiales en el sistema de salud sobrepasan los dos mil 900 millones de dólares, Cuba continúa proporcionando salud a su pueblo y comparte lo que tiene con el restodel planeta.

Entre otros logros, la nación caribeña exhibe indicadores comparables con países del primer mundo y muestra de ello es que desde hace más de 10 años consecutivos la mortalidad infantil se mantiene por debajo de 5 por cada mil nacidos vivos, incluso inferior a la de Estados Unidos, en tanto la expectativa de vida al nacer es de 78,45 años.

Los hombres y mujeres de batas blancas han cumplido las más diversas misiones, sin reparar en los riesgos, ni pretender beneficios personales, solo les impulsa la satisfacción de aliviar el dolor y salvar vidas en las comunidades más humildes y empobrecidas del orbe.

La persecución de Estados Unidos ha forzado el cese de los programas de cooperación en Brasil, el año precedente; y más recientemente en Bolivia y Ecuador.

Es inaceptable el ataque constante del Gobierno de Donald Trump que intenta desacreditar la cooperación médica cubana y busca denigrar el trabajo altruista que han protagonizado cientos de miles de integrantes del “ejército de batas blancas”, como los calificara Fidel.

El imperio ha declarado una guerra abierta para opacar la luz que ha iluminado siempre a gran parte del mundo, pretendiendo hacer ver que el gobierno cubano practica la trata de personas, pero los pueblos reconocen la batalla de Cuba por ofrecer salud y vida en los más disímiles e intrincados lugares del planeta.

A pesar de todas las calumnias e infamias y las agresiones de gobiernos de derecha que tratan de dañar la moral y la imagen de los profesionales de la salud pública, Cuba continuará su ayuda solidaria como un modesto aporte en aras de seguir contribuyendo a alcanzar la cobertura sanitaria universal que plantea la Organización Mundial de la Salud. 

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