Celebran inclusión de rosa siria en patrimonio inmaterial de Unesco

En el acto que se efectuó en la plaza Omeya, la mayor y más emblemática de esta capital, se inauguró una representación de la rosa siria, y se proyectó un documental sobre su valor económico, estético, médico, patrimonial y cultural.

En la ceremonia se presentó el logotipo de la rosa, que se convirtió en símbolo cultural y patriótico, así como en una muestra del enraizamiento y el apego a la tierra.

La inscripción de la rosa en el patrimonio humano inmaterial es un logro para Siria y motivo de orgullo para todos los sirios, ya que demuestra originalidad y apego a la tradición, afirmaron los organizadores y asistentes al acto.

El Comité intergubernamental de salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial de la Unesco decidió el jueves último, en su reunión en Bogotá, la capital colombiana, incluir prácticas artesanales y tradiciones relacionadas con la rosa siria en la Lista del Patrimonio Humano Intangible.

El cultivo de esta flor es un ritual de más de 800 años, en especial en el poblado Marah en la región montañosa y desértica de Qalamoun, al norte de Damasco.

Además de su belleza natural y valor espiritual, la rosa tiene usos médicos y cosméticos, y se ha convertido en la principal fuente de ingreso para miles de agricultores en la zona.

La guerra terrorista afectó seriamente su cultivo, pero a partir del 2015 se registró una recuperación, incluso la extensión de su cosecha aumentó a 265 hectáreas y la producción a 35 toneladas.

Cremas, perfumes, agua de rosa y más de 20 productos médicos y cosméticos se derivan de esa especie. La única planta productora de los derivados de la rosa cubre el mercado local y logra superávit para la exportación.