Reportaje: El primer día de clases

Fotos Vladia Rubio

Para niños como Orestes o Fabián Gonzalo, el pasado lunes fue de esos días que quedan en el recuerdo, y lo evocarán una y otra vez al hablar con los hijos que tendrán; y luego, también con los nietos. Fue su primer día de escuela.

La mamá de Fabián, Liliana Zurbiaur, se mostró bien contenta al declarar cuán satisfecha estaba con los preparativos hechos por la escuela Combatientes de Bolivia, en La Habana, para iniciar el nuevo curso.

-Fue un día muy bonito. Con  anterioridad, se pintaron las aulas, todo se ambientó, y nosotros los padres, participamos en el trabajo voluntario del fin de semana. La escuela está muy organizada. Mi expectativa como madre es que se mantenga la profesora durante el curso completo y que los educadores nos apoyen a nosotros como nosotros los apoyaremos a ellos.

Fabián, tímido, apenas susurra la respuesta, pero los ojos le brillan  al musitar que “el aula de primero estaba linda, tenía muchos muñequitos, y el abecedario”.

Junto a su papá, el doctor Orestes Falcón, Orestes Daniel aguarda el sonido del timbre, y él, que no siente temor; asegura risueño que “cuando sea grande voy a ser medico para poder ayudar a mi papá.
Mira, ayer en la terraza había juguetes y podíamos jugar cuado termináramos de almorzar. Ya tengo amiguitos nuevos y me dieron cuadernos y libretas; hay que forrarlos y ponerles nuestro nombre”.

Quién sabe si esa mano pequeñita de Orestico, que ahora, proveniente de las Vías No formales, inicia desde preescolar el largo camino de las letras y los números, dentro de décadas, sea la misma que firme desenvuelta como doctor Orestes.

Por de pronto, su padre declara convencido a la periodista: “yo quiero lo mejor para mi hijo, sobre todo que empiece a estudiar, a conocer y a amar a su país, eso es todo”.

Con la responsabilidad de vicedirector de higiene del policlínico 19 de abril, en el consejo popular donde se escribe la escuela del niño, el médico afirma en cuanto al estado higiénico de los planteles que “todos los centros en la ciudad se han preparado bien para este inicio, sobre todo partiendo del conocimiento de los maestros y trabajadores de cada lugar, lo cual garantiza la salud de los niños y la de ellos mismos”.

Junto con los colectivos de los centros educacionales han supervisado cada una de estas edificaciones, que también han sido y serán objeto de visitas periódicas de las licenciadas de la Inspección Sanitaria Estatal con que cuenta el policlínico.

En el matutino, el director comunicó a los padres que cada alumno debía traer su pomo de agua, y también cubiertos. Pero para Alina, mamá de David Guerra, que acaba de empezar quinto grado, esa no es una novedad:

“Desde preescolar él trae su agua. En la mochila lleva tres pomos, además de las libretas y los libros. Pesa como treinta libras, pero no quiso que se la cargara. Anoche estuvimos como hasta la una de la mañana forrando y componiendo; pero ya todo está listo.”, declara feliz y cansada.

Concluido el matutino y ya rumbo a las aulas, la experimentada maestra de quinto grado, Barbarita Masó Téllez, master en ciencias de la Educación, declara a Cubasí:

“Esperamos que este curso sea el mejor porque todo se ha organizado muy bien y ha habido mucho embullo y cooperación por parte de los padres.

La plantilla está cubierta y en julio tuvimos el seminario de preparación. La ministra ha insistido en reforzar la Primaria junto con el resto de las enseñanzas, porque esta es la base de la pirámide educacional, y veo muy bien que así se haga. Nosotros estamos preparamos para eso”.